Santander.- “Es una insensatez determinar los límites del humor sin un contexto”, ha asegurado el escritor Andrés Barba durante un encuentro con los medios de comunicación con motivo de su participación en el ciclo Martes Literarios, organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en colaboración con El Diario Montañés.
Aunque los filósofos clásicos, como ha explicado, reconocieran los valores importantes del humor, pensaban que este no debería traspasar unas barreras. Sin embargo, en opinión de Barba, el humor solo funciona dentro de un contexto: “Los límites no los pone tanto la materia del chiste como la conciencia de la sociedad en la que se produce, el lugar que esa sociedad decide que debe ocupar esa broma y cómo se relaciona con ese chiste en términos morales”, ha afirmado el escritor, que durante esta semana imparte en la UIMP el Taller de reflexión y debate. Ante la risa de los demás. Humor, pensamiento cínico y poder.
En este sentido, ha recordado que el humor tiene “una extraordinaria influencia” en el pensamiento, dialéctica, civilización, política y manera de pensar del ser humano, y sin embargo, “siempre lo hemos considerado un discurso de segunda”, ha destacado. Por eso, ha hecho un alegato a su favor, ya que “si solo nos alimentáramos de discursos idealistas sucumbiríamos en el intento”, además de recalcar que “la risa también tiene un efecto oxigenante y necesario”. “Tenemos que hacer un viaje hasta el reconocimiento de la comedia y el humor como un género de canon, totalmente importante, que no solo determina la validez de las grandes ideas, sino que formula otras”, ha añadido.
El autor de Muerte de un caballo, premio Juan March de novela breve en 2011, se ha referido a la risa como “una trasgresión medida del tabú”. Por eso, ha dicho, hacen gracia determinadas cosas: “Lo que no sería tolerable en la realidad, lo es en el humor. Esa especie de estado de excepción no solo no agrede al tabú, sino que lo mantiene en vida”, ha indicado Barba, que también ha hecho mención a los efectos terapéuticos de la risa: “Se lleva sanando con la risa desde hace millones de años”. Así ocurre, por ejemplo, en China, donde la risa se utiliza como terapia desde hace miles de años “con una precisión bestial”, ha ilustrado.
Por último, ha reflexionado sobre varias de sus vivencias en residencias de escritores, una experiencia “fundamental” si se necesita tiempo o concentración, y sobre las ayudas de las instituciones: “Por parte de los autores hay una disposición a recibir estas becas y verdaderamente aprovechar los recursos”, ha afirmado. En este sentido, Barba ha exigido a los organismos públicos “neutralidad y seriedad”, de manera que se evite “la tentación ideológica” a la hora de elegir solo a los autores que tengan unas ideas políticas afines. “Deberían ser absolutamente neutrales y a veces no lo son”, ha concluido.
Fotografía: UIMP 2017/ Esteban Cobo