Santander.- Un recorrido por las últimas leyes de educación, un análisis de las fortalezas y debilidades del sistema educativo español, así como una propuesta para la mejora del mismo han sido los ejes de la ponencia de Ángel de Miguel, presidente del Consejo Escolar del Estado. Un diagnóstico que ha ofrecido en el marco del Curso de Formación del Profesorado que versa sobre las Claves para la mejora educativa: una lectura de las evaluaciones internacionales.
En su ponencia, De Miguel ha argumentado su propuesta para una mejora educativa sin olvidar “ciertos puntos clave”. Una valoración de las últimas leyes de educación, por ejemplo, es uno de los temas que permiten “hacer diagnóstico, a través del análisis de qué recogían estas normas y cuál fue el resultado en la práctica”, ha señalado.
La reflexión, sobre normas como la Ley General de Educación (1970), la LOGSE (1990) o la LOMCE (2013), ha contado con once puntos a considerar. El presidente del Consejo Escolar del Estado ha destacado ‘la obligatoriedad y la gratuidad de la enseñanza’ o ‘la calidad, éxito y excelencia’ como conceptos recogidos por todas las leyes, pero resueltos de forma diferente, con mayor o menor éxito.
En esta línea, ha hecho hincapié en la atención a la diversidad. Un aspecto que marcaba la LOGSE como una cuestión idílica, pero que a efectos prácticos, no sirvió para obtener el rendimiento académico esperado.
Respecto a la ‘Educación y formación permanente. Aprendizaje a lo largo de la vida’, De Miguel ha incidido en la necesidad de actualizar las competencias laborales de las personas. A su juicio, mantener abiertas las oportunidades a la formación es “una asignatura importante sobre la que debemos de reflexionar si queremos proponer alguna línea de trabajo positiva de cara al futuro”.
Asimismo, la ‘Orientación educativa vocacional y profesional’ no puede ser un acto aislado a final de un ciclo ha explicado el ponente: “todas las personas, en especial los niños y las niñas, necesitan ser atendidos en cuestiones tan básicas como la construcción de su propia personalidad y la resolución de los problemas didácticos que surgen en el aprendizaje cotidiano”.
A pesar de las fortalezas del sistema educativo español, de las “bondades” de la Formación Profesional, o del “esfuerzo” hacia la equidad y la excelencia educativa, De Miguel ha solicitado una participación “congruente” de la comunidad educativa. “Las familias demandan una cuestión en los centros de enseñanza, y luego otra diferente en casa. Además, hay valores sociales que si no se refuerzan en el hogar, se pierden”, ha afirmado.
Otra línea de trabajo, según De Miguel, debe ser el reconocimiento de la excelencia. “No se lleva ser brillante y empollón, la mediocridad nos está matando. Ante esta falta de aceptación y reconocimiento de la excelencia, el objetivo es fomentarla y no renunciar a la calidad”, ha transmitido a modo de conclusión en la primera sesión de la jornada.
Fotografía: Juan Manuel Serrano