Santander.- Balbino Alarcón, investigador del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBMSO), ha participado con su ponencia Distinción entre lo propio y lo ajeno: cómo el sistema inmune adaptativo nos ayuda a estar en un mundo cambiante en la XVIII Escuela de Biología Molecular «Eladio Viñuela» Investigación biomédica y progreso social, en la que ha detallado el funcionamiento del compuesto AX-024, un nuevo fármaco que modula la respuesta inmunitaria.
Alarcón ha explicado que este compuesto funciona de manera selectiva como inhibidor de la actividad de los responsables de coordinar la respuesta inmune celular, los denominados linfocitos T: consigue que no respondan frente a antígenos propios –los que generan una respuesta inmunitaria- pero preserva su función protectora frente a infecciones por agentes patógenos, función propia del sistema inmunológico adaptativo que solo poseen los vertebrados.
Para detectar los antígenos, los linfocitos se sirven del receptor TCR (T cell receptor en inglés), ha descrito el investigador del CBMSO, que le transmite la información a la célula a través de la proteína NCK, que se encuentra dentro de la misma. Así, el compuesto AX-024 se encarga de bloquear la interacción entre receptor y proteína, inhibiendo la respuesta al antígeno propio en las enfermedades autoinmunes como la psoriasis, la enfermedad de Crohn o la esclerosis múltiple. A la vez, como ha precisado Alarcón, se mantienen las funciones de protección del sistema inmunitario contra infecciones.
El investigador del CBMSO ha explicado que después de haberse probado en ratones, se ha comprobado que “el efecto del compuesto dura más allá de la propia presencia del mismo, de manera que un tratamiento durante los primeros días es suficiente”, lo que podría evitar mantener a los pacientes con un tratamiento de por vida. Asimismo, Alarcón ha mostrado gráficos en los que se demuestra que “el compuesto no influye sobre la respuesta de memoria contra el virus”, una de las características clave del sistema inmunológico adaptativo: “El adaptativo es capaz de mejorar la respuesta a la segunda exposición del agente patógeno. Nunca podremos contagiarnos de la misma cepa de la gripe, por ejemplo“, ha asegurado.
Este compuesto, ya probado en seres humanos sanos, como ha mostrado el investigador del CBMSO, inicia una nueva fase, en la que se estudia la posibilidad de llevarlo a fase clínica en distintas enfermedades.
Fotografía: UIMP 2017 | Esteban Cobo