Santander.- El catedrático de Bioquímica y Biología Molecular por la Universidad de Oviedo, Carlos López Otín y director de la XVIII Escuela de Biología Molecular ‘Eladio Viñuela’. Investigación biomédica y progreso social ha clausurado este encuentro, que se ha celebrado esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), junto con el vicerrector de Innovación y Desarrollo de Proyectos de la UIMP, Rodrigo Martínez-Val.
López Otín ha indicado que este tipo de encuentros son especialmente importantes ya que impulsan a los que participan a seguir investigando, y ha destacado que “la curiosidad es la clave de la longevidad”. También ha apuntado que en esta Escuela hay tanta inteligencia reunida como en cualquier universidad al nivel de Harvard o Stanford.
A pesar del éxito del desarrollo del curso, el catedrático no ha evitado señalar cómo ha “echado de menos la presencia de Margarita Salas” y a su fallecido marido Eladio Viñuela, “discípulos de Severo Ochoa, y pioneros de la Biología Molecular en España”.
En último lugar, Martínez-Val ha indicado que comparte el pensamiento del director del encuentro en cuanto que “aún queda mucho por hacer y por investigar, el universo y la tierra están por descubrir”.
Fotografía: UIMP | Esteban Cobo