César Bona: “Educar no es crear seres empleables, sino crear seres íntegros"

Santander.- César Bona defiende dos principios incuestionables. Una es que “la educación debería ser el último lugar donde existiera la resistencia al cambio”. El otro es que “educar en valores debería ser una redundancia”, porque, a su entender, “educar no es crear seres empleables, sino crear seres íntegros”. Así se ha expresado el maestro de educación primaria y nominado al Global Teacher Prize en 2014 –el ‘Nobel de la educación’- en el seminario Nuevas pedagogías para tiempos de perplejidad que se celebra esta senaba en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).


El maestro de primaria, que ha centrado su ponencia en los retos que afrontan maestros y profesores en la transformación educativa, ha mandado un mensaje a los asistentes sobre la huella que un maestro puede dejar en el mundo que le rodea: “Debemos tener la creencia total de que lo que hacemos cada día va a traspasar las paredes de la escuela y de que va tener un impacto en la sociedad. Entre todos debemos contribuir para hacer de este un mundo mejor”. Ese es para Bona el objetivo de la educación, y por eso ha recalcado que “lo que queramos para la sociedad debemos promoverlo en los centros educativos”.


Bona ha enumerado algunas de las herramientas que la escuela debiera proveer a los adultos del mañana (“educar en el respeto a uno mismo y a los demás, en la resiliencia, en la gestión de la frustración, en la gratitud…”), pero ha añadido también el respeto que merece “lo que los niños tienen dentro: “Imaginación, creatividad, ilusión… No podemos permitirnos que entren al aula sin su esencia, porque sería antinatural”, ha comentado, además de recordar que esa actitud debe ser también la de quienes les enseñan. “Solo podemos exigir aquello que nosotros les podamos dar”, ha precisado.


El nominado al “Nobel de la educación” de 2014 ha defendido que “el colegio tiene que ser un lugar en el que los niños se sientan protegidos” y donde desarrollen lo que tienen dentro. “Una de las mayores capacidades que tiene que tener un profesor o maestro es saber encontrar los talentos de los chicos y chicas”, ha señalado.


Por último, ha hecho referencia al papel educativo del entorno de los niños. “La educación, la familia o la sociedad son entes indivisibles. La educación implica todo lo que le rodea”, ha considerado Bona, que ha expuesto que “la escuela es el mejor lugar para ayudar a las familias para educar a sus hijos. Debemos trabajar en equipo con las familias, y para eso la única llave posible es el diálogo, y el objetivo común: sacar lo mejor de los niños y niñas”, ha concluido.


Inauguración del encuentro


La vicepresidenta del Gobierno de Cantabria Eva Díaz Tezanos, acompañada de Miguel Ángel Casermeiro, secretario general de la UIMP, ha sido la encargada de inaugurar el encuentro, en compañía también de sus directores, Ángel I. Pérez Gómez y Encarna Soto.


Tezanos ha subrayado que “en la sociedad que vivimos, en permanente evolución, la esencia y alma de la escuela no puede seguir siendo la misma”. Por eso ha hablado de una transformación que ha de ser “una tarea colectiva, no solo de gobiernos y responsables políticos, para establecer el camino a tomar”, ha asegurado. Sin embargo, ha precisado que la comunidad educativa no se puede dejar llevar por las prisas. “Los cambios son lentos, requieren procesos reflexivos que requieren tiempo”.
Finalmente, Tezanos ha apuntado en la dirección de la “excesiva uniformidad y rigidez, las metodologías de trabajo, las formas de evaluar”, entre otras, para no permitirse “alumnos desencantados, desmotivados o aburridos”. Así, ha matizado que sin “optimismo, ilusión o resiliencia la escuela no llevará a cabo los cambios que necesita”.

Fotografía: UIMP 2017 | Esteban Cobo