Santander.- Tratar de entender el proceso de producción de espermatozoides y conocer cuáles son las alteraciones biológicas que producen infertilidad en el aparato reproductor masculino: este es el reto al que se enfrenta un equipo internacional de decenas de científicos de la plataforma Proyecto Proteoma Humano (PPH), entre los que se encuentra Charles Pineau, director del proyecto Protim del INSERM, quien ha intervenido en la última jornada del seminario Plataformas tecnológicas y “big data” aplicados a la medicina de precisión, que ha organizado la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
Pineau ha destacado que el objetivo fundamental de su equipo es “estudiar los procesos biológicos y los factores medioambientales que influyen en la salud humana y ayudan a las autoridades públicas a tomar decisiones competentes”. En este sentido, ha incidido en la cuestión de la infertilidad masculina: “Existe una mayor conciencia mundial sobre esta problemática, la sociedad demanda asistencia médica”, ha señalado.
En esta línea, ha alertado del descenso de la calidad del espermatozoide en los países desarrollados, algo que “responde a un origen multifactorial, desordenes testiculares y problemas en el entorno”, ha añadido.
En su ponencia, ha presentado diferentes estudios y experimentos en los que se han analizado distintos elementos del espermatozoide que pueden presentar alteraciones en estas células y que, por tanto, puedan inducir a un aumento de la fertilidad masculina.
Para lograr su objetivo, Pineau se ha centrado en la proteómica, es decir, en el estudio de conjuntos de proteínas con el que poder entender las diferencias que se producen en esta área entre un hombre que es fértil y otro que no.
La importancia de este experimento innovador reside en el hallazgo de nuevas proteínas llamadas proteínas perdidas, de las que no se tiene una base experimental hasta el momento, y de cuyo estudio se podrían extraer herramientas fundamentales con las que diagnosticar de manera precoz un problema de fertilidad, e incluso desarrollar fármacos e intervenciones que solucionen el problema.
Por último, Pineau ha asegurado que “se necesita un catálogo de proteínas perdidas”, por lo que la prioridad de su equipo en el PPH es anotar y describir el hallazgo de nuevas proteínas: “por el momento hemos conseguido descifrar alrededor de 300”, ha concluido.
Fotografía: Juan Manuel Serrano