Santander.- La Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) acoge durante esta semana el curso Tecnologías efímeras: la obsolescencia como paradigma dirigido por el artista visual, Daniel Canogar. El autor de obras como Waves, instalada permanentemente en el 2 Houston Center en Houston, o Travesías, realizada para el atrio del Consejo de la Unión Europea en Bruselas, ha expuesto su obra Sikka Magnum en el Palacete del Embarcadero de Santander, en elmarco del programa de las Actividades Culturales de la UIMP. En esta obra refleja el tema de la obsolescencia de la tecnología, leit motiv del curso que dirige.
Según ha explicado Canogar, la utilización de los elementos tecnológicos en sus obras fue el resultado de una percepción sobre el “impacto creciente que estas innovaciones ejercían en nuestras vidas”, lo que le llevó a reflexionar sobre el mundo que le “ha tocado vivir”. El autor ha señalado que era testigo de cómo distintas generaciones tecnológicas “entraban y salían”, lo que no le permitía hacer “otro tipo de obra que no fuera con la tecnología misma para analizarla”.
Con la tecnología siempre presente, el autor ha trabajado también a lo largo de sus proyectos con la luz y la oscuridad: “Todo mi trabajo incluso en el más tecnológico siempre hay un componente de luz que lo activa”. Otros aspectos que también ha desarrollado en sus obras y ha explicado el artista, han sido el miedo a la pérdida de la memoria y cómo los avances en tecnología “han creado una memoria artificial”.
Por otro lado, Canogar ha expuesto la relación entre “la tecnología y el miedo a la muerte”, ya que según ha indicado, “tenemos un deseo secreto de sentirnos más jóvenes”: “Cuando abrimos la caja de un teléfono móvil está nuevo, sin rayas ni golpes y nos hace sentir más jóvenes, nuevos y modernos”. Sin embargo es “inevitable” que este acabe “envejeciendo como nosotros mismos”. Este “envejecimiento” del objeto o “pérdida” de un elemento tecnológico, según el artista visual, crea “una inquietud enorme” que lleva a que exista una actualización permanente: “En el fondo lo que no queremos es lo viejo, porque nos recuerda a nuestra fecha de caducidad”.
Todos estos aspectos los ha plasmado en el curso que lleva a cabo, y con el cual quiere incitar a la reflexión: “Vivimos una autonomía de obsolescencia acelerada, síntoma de cómo vemos la realidad”. Para el autor, esta temática da pie a “investigarla drásticamente” y así encontrar explicaciones “de muchas dinámicas sociales o económicas presentes ahora mismo”.
Por eso, cada alumno investiga desde su perspectiva, a través de actividades teóricas y prácticas, que consisten en realizar un ejercicio cada día, superando “un reto nuevo”, con una mirada “muy enfocada que permite aportar ideas muy inteligentes”.
Fotografía: Juan Manuel Serrano | UIMP 2018