Santander.- El curso La lengua española como factor de excelencia internacional, que se ha celebrado esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), ha sido clausurado por el director de la Real Academia Española (RAE), Darío Villanueva, quien ha profundizado en la situación actual de la lengua española. En concreto, ha centrado su explicación en un análisis del cambio que está teniendo lugar en Estados Unidos en relación al castellano.
En una intervención ante los medios previa a su conferencia, Villanueva ha subrayado que en Estados Unidos el castellano está empoderándose y deja atrás la anterior situación de diglosia, comenzando a instaurarse un fenómeno de bilingüismo con el inglés, “debido al reforzamiento de las posiciones de la comunidad hispana en un plano cultural, social, político, deportivo, comercial, empresarial…”, ha explicado.
Sin embargo, ha recalcado la necesidad de tomar una postura prudente y no ser “triunfalistas” sobre la condición del castellano: “Se pueden producir regresiones, hay que ayudar en la medida de nuestras posibilidades a que los rasgos positivos que se dan se confirmen y los rasgos negativos sean paliados”. En relación a las medidas para mantener al castellano en un estatus hegemónico, Villanueva ha aleccionado sobre el uso de anglicismos, los cuales considera “inaceptables” y que denotan “un complejo de inferioridad” en relación a nuestra propia lengua.
Preguntado por la persistente polémica sobre el lenguaje inclusivo, el director de la Academia ha respondido que para él, lo más importante es la distinción entre machismo y gramática: “Nuestra lengua tiene una estructura gramatical donde efectivamente está el masculino como género no marcado y, por lo tanto, inclusivo”. Asimismo, ha especificado que, según las circunstancias, los dobletes tienen cabida pero “pretender destruir el paradigma del masculino con el doblete reiterado conduce a una imposibilidad”, pues ha afirmado que la lengua funciona como un ecosistema y alterar un elemento significa la alteración de todo el conjunto.
Por último, Villanueva ha incidido en la importancia de valorar las consecuencias posteriores a cualquier propuesta de cambio. En relación al machismo inherente al uso del lenguaje, Villanueva ha aclarado que la Academia está “totalmente en contra de la utilización de un lenguaje agresivamente machista o sexista”. Y además, ha sentenciado que cada ciudadano “tiene que escoger bien las palabras y prescindir de aquellas que tienen connotaciones de ese tipo”, y ha justificado que el diccionario “no puede censurar las palabras que utilizamos para ser canallas”.
Fotografía: Juan Manuel Serrano | UIMP 2018