Madrid.-Han sido más de setenta y cinco programas los que ha venido desarrollando esta universidad a lo largo de sus casi ochenta y cinco años de presencia en la vida académica, y por qué no también decirlo, en la vida social española. Asimismo, como ya viene siendo una tradición, estos cursos se ilustran con la obra que artistas de reconocido prestigio realizan para la ocasión, inspirada en el espíritu académico de la institución. Este año (como ya lo hiciera en 1986), Eduardo Arroyo enriquece la imagen de la Universidad con la obra que hoy se muestra dedicada a Marcelino Menéndez Pelayo.
El estilo de la pintura pertenece a la corriente llamada Neofigura-ción o Pintura Neofigurativa, que es un movimiento artístico de la segunda mitad del siglo XX, caracterizado por una vuelta a la pintura figurativa frente a la abstracción. Los pintores de este movimiento tratan los temas de una manera informal y con tendencia expresionista, y surge como reacción al arte abstracto tras la Segunda Guerra Mundial, en especial durante los años 50 y 60.
La 'nueva figuración' preconizaba un retorno la representación del objeto y de la realidad cotidiana, en particular la figura humana, con técnicas del informalismo (abandono más categórico de la línea y la forma definida) y con tendencias expresionistas. Esta corriente está centrada en la realidad social y política contemporánea como la que representa el madrileño Eduardo Arroyo, Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en 2000, y Premio Nacional de Artes Plásticas de España en 1982, cuyas obras cuelgan en los más reputados museos de arte moderno españoles y extranjeros.
Fotografía: UIMP/Esteban Cobo