Madrid.- ¿Cómo nacen novelas que llevan a su autor a ocupar un lugar de privilegio en el corazón de los lectores? Algunas respuestas a esta y otras preguntas las brindó el Premio Cervantes 2016 Eduardo Mendoza en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en 2013, año en el que dirigió en la Magdalena el curso magistral Los libros que hay que leer.
En una intensa semana lectiva, el autor de La ciudad de los prodigios desgranó ante un centenar de alumnos su actitud a la hora de enfrentarse a un libro y sus referentes como lector. Así, desde su óptica de autor consagrado, afirmó que "cada generación de escritores maldice a la anterior pero a la vez aprende de ella". Un aprendizaje que, en su caso, no le ha servido para desarrollar un método: "No sé la manera en que una novela me viene a la cabeza, cada una nace de una manera distinta. Las ideas rondan un terreno sugerido por el ambiente, por una conversación o algo que se lee. Existe un momento en el que una anécdota se formaliza como punto de partida. Y tras un proceso de prueba y error, surge el motor de arranque en el que después me abandono". Su convicción de que en la literatura el lector es tan importante como el autor ya la había subrayado en otro curso que dirigió en la UIMP en 2005, dentro del ciclo El autor y su obra: "El libro se hace a medias entre ambos, en un proceso de codificación y descodificación por medio de un código concreto". Fotografía: Pablo Hojas/UIMP