Santander.- En declaraciones a los medios de comunicación, Ignacio Vicens, arquitecto y catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), ha explicado que el eje de su intervención en el Ciclo de conferencias: Conocimiento y valores de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), será la arquitectura desde el punto de vista de los materiales. Para aprender de su expresividad, “no desde una perspectiva teórica”.
Su dilatada experiencia profesional, que complementa con las clases en la UPM, acredita la opinión de Vicens sobre el impacto del Centro Botín como edificación: “No sé cómo va a transformar Santander, lo que sí sé es cómo la ha enriquecido ya. Es una referencia, un edificio ejemplar, que a diferencia de otras acciones sobre la ciudad se presenta con un respetuoso silencio, una especie de delicada actitud de no imponerse”, ha expresado.
Según él, esta disposición “extraordinariamente culta” del centro es “muy adecuada para una ciudad como Santander, que no necesita un revulsivo como otras”, en referencia a Bilbao. Sin embargo, la capital cántabra tiene “un perfil muy consolidado donde la introducción de una arquitectura más icónica hubiera supuesto una intromisión en el equilibrio”. Y la prueba de su efecto está en que desde su inauguración ha salido en “todas las revistas de arquitectura y con elogios unánimes”, ha indicado el catedrático.
En esta línea, ha explicado que la historia de los centros culturales y los museos es “muy compleja”, y que por ello existen “aciertos, desaciertos y puntos intermedios”. A su parecer, el Centro Botín es un ejemplo positivo ya que el planteamiento de Renzo Piano es de “una actitud sosegada y delicada”, muy diferente al del Guggenheim, porque “esta ciudad no necesitaba el mismo revulsivo que Bilbao” que lastraba una “estructura industrial obsoleta”, ha insistido.
Asimismo, Vicens ha recordado las palabras de su compañero de profesión, el americano Richard Neutra, sobre cómo afrontar la construcción dentro de un casco histórico: “Llamaría a un buen arquitecto”. Para el catedrático de la UPM, introducir una arquitectura contemporánea dentro de un casco histórico exige tener un buen profesional “que sepa leer lo que necesita la ciudad, el lugar o el sitio atendiendo a sus características y adecuándose al contexto”. En este sentido, ha señalado que no existen recetas, pero sí “un conocimiento de la disciplina, el criterio del arquitecto y la aplicación particularizada para los distintos momentos”.
En la rueda de prensa, el arquitecto ha estado acompañado por Alicia Viladomat Martínez Valderrama, directora del encuentro Guiomar, antes y después de Machado (Pilar de Valderrama, mujer y discurso intelectual) en el que Vicens es ponente de la sesión Ambiente arquitectónico en tiempos de Guiomar. Para ella, su presencia en el curso se debe a que “la arquitectura es un reflejo de la sociedad y los cambios que se avecinan”.
El arquitecto ha realizado las estructuras y estrados para las visitas de Juan Pablo II y Benedicto XVI, en Colón, Cibeles o Cuatro Vientos y, tras el éxito de estas arquitecturas efímeras, ha trabajado para la Casa Real. Además es autor de publicaciones de toda índole como Dicho y hecho o Enseñanza y pensamiento.
Fotografía: UIMP 2017 | Esteban Cobo