Santander.- El curso Conocimiento científico: en busca de sus fuentes, organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), ha contado con la intervención del profesor de Física y Química del I.E.S Extremadura de Mérida, Carlos Baena, quien ha hablado sobre la relación de la ciencia y el cine.
El docente utiliza el término ‘cinecia’ para hablar de esta relación entre el mundo científico y el cinematográfico. Esta palabra, según ha explicado, surgió mientras realizaba un proyecto con sus alumnos, que consistía en mostrarles películas que mezclasen lo lúdico con lo científico. Baena ha detallado que las películas variaban en función del nivel de los estudiantes, con el fin de captar su atención y poder tratar los conceptos y principios físicos, químicos y matemáticos.
Con esta intención, el ponente ha expresado que gracias a la plataforma eScholarium, promovida por la Consejería de Educación de Extremadura, que permite crear libros digitales en los que el docente elige los contenidos e informaciones, se realiza un documento con escenas de cine junto a las preguntas que quiere hacer a sus alumnos. “La idea es aprender y divertirse”, ha indicado. Como ejemplo, Baena ha mostrado una escena de la película Spiderman y otra de Stark Trek, ya que en algunas de sus escenas se hace referencia a “las leyes de la física”.
Asimismo, ha presentado algunos fragmentos en los que “la ciencia brilla por su ausencia”. Por ejemplo, la película Galáctica cuenta con “la peor escena del espacio, científicamente hablando”, ya que según ha recordado Baena “muestra explosiones, imposibles por la falta de oxígeno”. Esto mismo sucede en Star Wars, ha detallado. En las dos cintas, las naves maniobran o se propulsan “cuando no sería necesario ya que ahí no hay aire”. Y es que, según la ley de Newton, no haría falta, ya que un objeto que no esté sometido a la acción de una fuerza resultante no nula permanecerá en reposo o se moverá en línea recta con velocidad constante.
Sin embargo, también ha mostrado otras escenas en las que se explican de manera correcta aspectos científicos. Por ejemplo, en el programa Hora de aventuras, dirigido a niños, se muestra de manera correcta la existencia de las cuatro dimensiones de la física. También, la película Apocalypto enseña a multiplicar sin saber matemáticas, “como lo hacían los antiguos mayas”, una técnica gráfica basada en el dibujo de líneas y la contabilización de las intersecciones que se crean entre ellas.
Otras de las películas que ha destacado, ha sido Con ganas de triunfar, basada en el personaje real, Julio Escalante, un matemático “que rompió los esquemas de la metodología matemática de los institutos de Estados Unidos”. Escalante consiguió que estudiantes de guetos superasen “los exámenes que serían equivalente a la selectividad” por lo que fue considerado un docente extraordinario.
Por último, el profesor ha hecho referencia a los intercambios científicos que se pueden encontrar en el cine: “Hay aplicaciones o inventos que la ciencia dio al cine y el cine dio a la ciencia”. Yoda, por ejemplo, estaría inspirado en la cara de Einstein, al igual que el personaje de E.T. “basado en la parte frontal y los ojos del científico”. Intercambios “más importantes”, según el ponente, serían el de la película 2001: Odisea en el espacio, estrenada hace 50 años, en la que utilizaban aparatos similares a las tabletas, de hecho, “son el germen del dispositivo” y también “algunas escenas de Star Trek que sirvieron de inspiración a los técnicos que inventaron el móvil”, ha explicado.
Fotografías: Juan Manuel Serrano | UIMP 2018