Santander, 7 de agosto de 2019-. El dramaturgo, guionista y director Pablo Remón asegura que, para él, “es muy hermoso y muy emocionante cerrar el círculo” volviendo a la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) como profesor, después de haber sido alumno de la institución hace cerca de diez años.
Remón dirige esta semana en el Palacio de La Magdalena, en Santander, el curso Descubrir la obra. Taller de escritura dramática, enfocado hacia que cada uno de los participantes escriba una obra de teatro breve, pero con entidad en sí misma.
Según ha explicado el director en una entrevista concedida a la UIMP, “todo” en el seminario es “eminentemente práctico” y la teoría abordada “sale de asuntos prácticos y del trabajo de cada alumno”.
El resultado de estos días “puede ser una escena o puede ser una parte de otra obra más larga”, pero, en todo caso, ha de ser una creación “completa”. Mañana, jueves 8 de agosto, los estudiantes empezarán a leer y presentar sus textos ante sus compañeros, para que éstos puedan hacerles las correcciones y comentarios que estimen oportunos, facilitando la “reescritura” de las piezas.
Remón apunta que, en este proceso creativo, no ha marcado ningún tipo de “requisito”, más allá del límite que les imponga el tiempo y la duración del taller, que, a su juicio, no permite que el trabajo realizado se traduzca en “obras muy largas”.
“Son obras cortitas. Pero todo lo que se escribe es totalmente libre”, señala sobre la temática de las mismas. “Y, además, es escritura dramática, que justamente yo creo que da pie a todo tipo de formatos y de ideas. Están saliendo ideas súper diferentes, súper distintas”, añade.
Este taller está orientado a dramaturgos, directores y actores, así como a todos los interesados en la escritura teatral y cinematográfica. Remón, que en 2013 fundó la compañía La Abducción, con la que estrenó su primera obra, ‘La abducción de Luis Guzmán’, asegura en ese sentido que, entre sus alumnos, hay quien “tiene bastante experiencia en escritura dramática” y quien la tiene “en otro tipo de escritura”. “Hay, por ejemplo, novelistas, gente que escribe narrativa, relato corto, o gente que escribe guiones”, detalla.
Aun así, apunta que otros estudiantes “se relacionan con el teatro, pero no desde el punto de vista de la escritura”, sino como actores, o, simplemente, como aficionados, “más desde fuera”.
Este taller, además, pretende “convertir el cine y el teatro en aliados”, utilizando herramientas propias de la primera disciplina en la segunda. Se centra en aspectos como la función del escenario o de la elipsis, el lenguaje o la escritura de diálogos. Tratan, asimismo, el papel de los ensayos como espacio de reescritura de una escena permanentemente abierta.
Remón estudió en la Escuela de Cine de la Comunidad de Madrid (ECAM) y amplió su formación en Nueva York; además, su segunda obra, ‘Muladar’, escrita con su hermano Daniel, ganó en 2014 el premio Lope de Vega de Teatro.
En cuanto a su experiencia en la UIMP, afirma que “la última vez” que la visitó, antes de este verano, fue para completar un curso también de escritura dramática, impartido por el madrileño Juan Mayorga, en el Faro de La Cerda, según recuerda.
“Realmente, a mí ese curso me hizo cambiar mucho la manera en la que escribía, y lo que escribía. Yo era guionista ya, pero empecé a dedicarme mucho más al teatro a raíz de ese curso. Para mí es muy hermoso y muy emocionante cerrar ese círculo volviendo aquí como profesor y buscando también que los alumnos se acerquen más a la escritura dramática”, concluye.
Foto: Juan Manuel Serrano (UIMP)
