Santander.- La risa y sus adjetivos. Tímida, franca, silenciosa, inoportuna, ruidosa, cínica, hostil o punitiva. Sus múltiples manifestaciones, cualidades y efectos. La pornografía del humor. La risa y el cristianismo o su relación con la libertad y la prohibición. Todos estos temas, y algunos más, se abordarán en el Taller de reflexión y debate: Ante la risa de los demás. Humor, pensamiento cínico y poder que imparte el escritor Andrés Barba con el objetivo de revertir “la imagen banal de la risa” y los prejuicios que lastra la acción de reír.
Entre alguna que otra carcajada, el reconocido novelista ha explicado a sus alumnos el planteamiento sin respuestas que dará al taller que se celebra esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). Un espacio para la reflexión de forma transversal y analítica en el que se abordará, por ejemplo, por qué se trata la comedia como “un género perezoso, de segunda categoría, aunque es bastante más complejo hacer reír que llorar”, ha indicado Barba.
Respecto al uso político de la risa, tema que se planteará durante las próximas jornadas, el autor de En presencia de un payaso (2014) ha hecho referencia a la comedia de Aristófanes Lisístrata (411 a. C.) ya que posee una relevancia “más allá de su valor literario” al tratarse de la “primera comedia sexual de la historia”. Escrita en la Grecia Clásica, la obra propone una solución pacífica, una huelga sexual de las mujeres, contra los demagogos que impulsaban al pueblo a la guerra. Aristófanes parte “de la risa hacia la acción política” y “caricaturiza a los líderes de la época”, así que “hace más de dos mil años que la comedia política intenta escupir hacia arriba con la risa”, ha señalado Barba.
El director del taller ha señalado que otros de los temas serán la pornografía y la escatología en relación con el humor, todos “discursos liminales”, a través de la lectura de Alabanza del ojo del culo, de Francisco de Quevedo. Además Barba expondrá las distintas perspectivas de varios filósofos acerca de la risa a lo largo de la historia, “un acto al que todos han hecho referencia de una u otra forma”. En este sentido, ha propuesto una aproximación al humor desde cuatro vertientes: La gnoseológica, relacionada con qué sucede en nuestro cerebro cuando nos reímos y qué conocemos a través de la risa; la moral; la lúdica, como medio de escape a la realidad opresora y omnipresente, y la política, en referencia a la risa como acción y como dominio.
En la primera jornada del taller, el también ensayista ha explicado la fisicidad de la risa en base a la teoría darwiniana y evolucionista. Tras analizar lo que le sucede a nuestro cuerpo al reír, ha recordado que la sonrisa aporta a los demás información explícita sobre nuestra salud: “Una de las cosas que advierte Darwin es que la risa y la sonrisa están incluidas dentro de la seducción natural de los primates para elegir pareja, porque en ellas se ve la salud, si están sanos o no. La lectura contemporánea de la afirmación sobre las encías de Darwin revelaría además la clase social a la que se pertenece, y esto explica por qué en algunas sociedades están obsesionados con la dentadura”.
El autor de Muerte de un caballo, Premio Juan March de novela breve 2011, ha comentado que es imposible reír solos ya que siempre se ríe en comunidad. “Que Garganta profunda fuera una comedia desarticulaba la incomodidad que producía la imagen pornográfica. Y hacia que se pudiera ver en masa porque el humor creaba ese espacio mágico donde se puede ver esa imagen perturbadora e íntima”, ha señalado Barba.
Durante el acto de apertura del taller, la vicerrectora de Posgrado e Investigación de la UIMP, Francisca García Caballero, ha subrayado el lujo que supone para la universidad contar con “la creatividad y experiencia” del cicerone del curso en los distintos campos literarios, con libros como Agosto, Octubre (2010) o Lista de desaparecidos (2013). Asimismo, Barba ha animado a sus pupilos a dejar “los prejuicios sobre el humor en la puerta para discutir con un espíritu lo más filosófico posible, abierto a pensar y conversar”, todo para instaurar “un lugar incómodo y dispuesto a que las ideas preconcebidas se transformen”.
Fotografía: UIMP 2017 | Esteban Cobo