Santander.- Durante su participación en el encuentro Diez años de la Ley de Dependencia: Balance y retos de futuro de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), el exministro de Trabajo Jesús Caldera ha hecho un llamamiento para que se preste atención a la visión social, “pero también a la económica” de la Ley de Dependencia. Y es que, a su parecer, además de ayudar y garantizar la dignidad de las personas, supone un impacto económico: “No solucionaría la crisis económica, pero sería un paliativo formidable para la misma”, ha afirmado.
Caldera, bajo cuyo mandato se aprobó la Ley de Dependencia, ha querido reivindicarla en nombre de los ciudadanos, “porque es una ley de la sociedad española, y si fracasa, lo hacemos todos”. Asimismo, se ha referido a la situación actual del país, que prioriza la cuestión nacional: “Para que los grupos sociales avancen, en mi opinión, se necesitan dos cosas, confianza en sí mismos y autoestima. Uno echa una mirada hoy a lo que ocurre en la sociedad española y parece que ambas no existen”, ha asegurado. Para él, en el clima existente, en el que “parece que la sociedad de este país es un desastre”, hay muchos problemas que resolver, porque “esta situación es el principio de la demolición del Estado de Bienestar que hemos construido”. Por eso, ha explicado, son fundamentales la crítica y la autocrítica: “Las sociedades modernas no avanzan por los recursos naturales de los que son acreedoras, sino por la calidad de sus instituciones, por las que creo que tenemos que luchar a fondo para mantener la calidad”, ha concluido.
La inauguración del encuentro Diez años de la Ley de Dependencia: Balance y retos de futuro ha corrido a cargo de la vicepresidenta del Gobierno de Cantabria, Eva Díaz Tezanos, el presidente del Observatorio Estatal para la Dependencia, José Manuel Rámírez, director del curso, y el secretario general de la UIMP, Miguel Ángel Casermeiro.
Fotografía: UIMP 2017/ Esteban Cobo