Santander.- El director del foro, José María Ballester, la presidenta de la Asociación Cultural Plaza Porticada, Elena García Botín, y la vicerrectora de Postgrado e Innovación de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), Paqui G. Caballero, han participado en la inauguración del XII Foro Cultura y Naturaleza. Año europeo del patrimonio cultural Conjugar la iniciativa pública con la iniciativa privada, organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en colaboración con la Fundación Banco Santander y la Fundación Botín.
“Los europeos somos los que somos al saber de dónde venimos”, con esta afirmación, Ballester se ha referido durante su intervención a la importancia que tiene nuestro patrimonio cultural a la hora de crear nuestra identidad. Así, ha incidido además en la necesidad de recuperar el lugar que merecen las humanidades en nuestra sociedad ya que nos sirven para “explicar nuestra identidad y la del otro”.
El también director del Programa Patrimonio y Territorio de la Fundación Botín se ha referido también a la apertura de las fronteras y que “implica la llegada de nuevas identidades que emergen en nuestra sociedad”. Para él, es esencial recoger esas identidades sin olvidarnos de poner en valor nuestra propia idiosincrasia cultural.
A lo largo de la sesión inaugural se ha destacado la importancia de mostrar nuestro patrimonio cultural, pero siempre con cautela. Para G. Caballero no se trata de prohibir las visitas, que tanto impacto genera en el turismo, sino que se deben visitar con prevención, haciendo el análisis previo pertinente.
Referente en restauración patrimonial
La restauración de las entrañas de una catedral en ruinas como motor del turismo y, por si fuera poco, a la vez explotar la función educativa de la reparación del patrimonio cultural. El XII Foro Cultura y Naturaleza ha abordado, durante su primera jornada, el planteamiento de la restauración de la Catedral Vieja de Vitoria.
El exdirector de la restauración de la Catedral de Santa María de Vitoria, Gonzalo Arroita, ha destacado las virtudes del programa Abierto por obras, un novedoso sistema de visitas que se puso en marcha en el templo en junio de 2000. Todo un referente con gran repercusión social en el que los visitantes recorrían una catedral en obras y “clave para que las administraciones inviertan en patrimonio y tengan un retorno integral para la sociedad, pero también para que muchas entidades privadas se vean interesadas en participar en estos proyectos”, ha indicado.
Ese esfuerzo derivó en dos hitos: la Catedral Vieja recibió el premio Europa nostra 2002, la máxima distinción que la Unión Europea concede a los trabajos de restauración y conservación del patrimonio, y desde verano de 2015 el templo está en la lista de monumentos Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
La Catedral de Santa María de Vitoria en el siglo XX presentaba una ruina casi total. Intervenir un edifico en ruinas y revertir la situación se logró a través de “un modelo de gestión patrimonial innovador”. Según ha explicado Arroita, las claves para la recuperación integral de la catedral y su entorno urbano fueron entre otras “conocer el historial médico del paciente antes de intervenir”. Es decir, realizar una investigación previa. Además, “el plan director establecía las pautas de equilibrio de un proyecto eminentemente científico pero que se crea para ser divulgado y rentabilizado”.
Desde el respeto “exhaustivo” al monumento, la rentabilidad integral del proyecto se compatibiliza con las propuestas y presencia de la gente. Una “restauración abierta” que favoreció el turismo y la actividad cultural del entorno de la Catedral Vieja. Esta divulgación del proyecto se vio favorecida por la presencia de Ken Follett, ha recordado Arroita, que tras lo visto y aprendido durante la visita a las obras escribió su libro Mundo sin fin, continuación de Los pilares de la Tierra.
Como consecuencia de todo el proceso se generó rentabilidad económica para el territorio de Álava, un retorno del proceso de restauración integral del monumento de “cuatro euros en el PIB de Álava por cada euro invertido”. Más allá del beneficio social, “el territorio estaba ganando dinero con el proceso, la inversión pública se recuperaba directamente por vía fiscal”.
Esta perspectiva, supone “convertir un elemento pasivo en un elemento activo pleno de beneficios para los ciudadanos”, ha señalado el exdirector de la restauración. En definitiva, Abierto por obras promueve el equilibrio entre “lo científico y lo divulgativo” y esa filosofía de trabajo ya se aplica en más de 100 proyectos. En todos ellos se comparte la visión del patrimonio cultural como motor de cohesión social y desarrollo económico, entre los que ha destacado la rehabilitación de las Galerías de Punta Begoña, que se lleva a cabo en la actualidad.
En definitiva, Abierto por obras no solo respeta y trasmite el legado cultural, sino que lo aprovecha como impulso económico. “Sobre todo en un país como España, en el que tiene tanta importancia el turismo y el sector servicios”, ha señalado.
Por último, Arroita ha destacado las ayudas para financiar trabajos de conservación o enriquecimiento de bienes inmuebles del Patrimonio Histórico Español, dentro del programa 1,5% Cultural. “Un gran desconocido” que está “en cercana relación con el programa Abierto por obras”, y que se fundamenta en “la consecución de objetivos plenamente sociales”.
Banco Santander, empresa privada que más invierte en Educación en el mundo (Informe Varkey/UNESCO / Fortune 500), con más de 1.200 acuerdos de colaboración con universidades y centros de investigación de 21 países, respalda esta y otras actividades de la UIMP en el marco de la colaboración que mantienen ambas instituciones a través de Santander Universidades (www.santander.com/univerisdades) y a través de la red Universia (www.universia.net ), que agrupa a más de 1.300 instituciones académicas iberoamericanas.
Fotografía: UIMP 2018 | Esteban Cobo