Santander.- El jefe del Proyecto Galileo de la Agencia Espacial Europea (ESA) Javier Benedicto, ha reflexionado sobre este programa y sus aplicaciones dentro del 31 Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones, organizado por AMETIC y el Banco Santander, que se celebra estos días en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
Benedicto ha explicado que “Galileo es un sistema independiente de otros sistemas de navegación, como el GPS, y que además, presenta unas prestaciones uniformes en todo el mundo”. Este programa, financiado por la Unión Europea pero cuya responsabilidad pertenece a la Comisión Europea, “ha dotado al aspecto GPS un sistema de valor añadido que ofrece servicios y prestaciones mejoradas”. El ingeniero también ha destacado que el sistema Galileo “es un sistema completo que consiste en un segmento espacial que contará con treinta satélites antes del 2020”, dieciocho de los cuales ya están en funcionamiento.
Benedicto ha recordado que los primeros servicios de Galileo estuvieron disponibles en diciembre de 2016 y que fue la empresa española BQ “la primera en el mundo que integró la funcionalidad del sistema en su smartphone”, y ha añadido que “en la actualidad, el 99% de los smartphones que se venden ya están equipados con chips compatibles con Galileo".
Asimismo, ha lamentado que “al hablar de innovación, a menudo nos fijamos en las entidades físicas del sistema, como los satélites o las antenas en tierra, pero el corazón de galileo son las señales que transmitimos”.
Galileo frente a GPS
En cuanto al valor añadido de Galileo a nivel de sus señales, Benedicto ha precisado que “este proyecto ofrece una variedad de servicios que no han sido posibles con GPS hasta ahora”, gracias a la combinación de diferentes señales.
El primero de estos servicios es el “abierto”, que añade prestaciones mejoradas al del GPS. El segundo es “el servicio regulado”, que en su opinión “es una parte muy importante de nuestro sistema” ya que “no es un servicio dedicado a fines militares, sino de apoyo a los gobiernos en la navegación por satélite en situaciones y contextos en los cuales los servicios abiertos ya no funcionan”. En cuanto al tercer servicio, “el rescue”, ha señalado que “es un servicio de cooperación dedicado a la detección de personas en dificultad y a su rescate” y ha matizado que “este tipo de sistema salva miles de vidas cada año”. Su procedimiento consiste en que “cuando la persona, buque o avión se encuentra en dificultad, se detecta su posición y automáticamente se envía ayuda”.
El servicio ‘comercial’, que se va declarar operativo entre 2019 y 2020, muy importante para, por ejemplo, vehículos automáticos. El último servicio, el de ‘motorización de la integridad’, logra “informar a los usuarios de la calidad y la fiabilidad de la señal que está recibiendo en ese momento”, muy importante para operaciones críticas como el aterrizaje automático de aviones o actividades en las cuales la vida humana está en juego.
Fotografía: UIMP 2017 | Juan Manuel Serrano