Santander.– El obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, el presidente y la vicepresidenta de la Fundación Fernando Rielo, Jesús Fernández Hernández y Carmen García Viyuela, la profesora titular de Filosofía de la Universidad Autónoma de Madrid, Juana Sánchez-Gey, y el director de Gabinete del rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Fernando Saavedra, han inaugurado la III Escuela de Humanidades, Metafísica y Mística Fernando Rielo. La sicoética. Nueva ciencia para una educación y salud integrales que se celebra estos días en la UIMP.
El motivo principal del curso, tal como ha explicado Juana Sánchez-Gey, ha sido "la enorme demanda por parte de los asistentes del curso pasado, de centrar el pensamiento de Fernando Rielo como tema principal de esta edición", y conseguir así "entender que la sicoética es una ciencia esencial que tiene en cuenta al hombre". Asimismo, el presidente de la Fundación Fernando Rielo ha hecho hincapié en que "la ciencia no se opone a la religión" y que él mismo descubrió a Dios en un laboratorio químico. En este contexto, ha destacado que "la ciencia no es opaca, sino que transciende" y que, para él, "la universidad es una gran comunidad de comunidades", por lo que "se necesita que imparta una visión integral y bien formada de la realidad para atender al hombre de nuestro tiempo". Ha explicado que "Fernando Rielo, con el objetivo de liberar la ética propone una nueva ciencia, la sicoética, que estudia las relaciones de dos campos: la Mística y la Metafísica".
A continuación, el obispo de Santander ha pronunciado la conferencia inaugural centrada en La atención integral a las personas en distintos ámbitos de indigencia humana, que ha tratado sobre "cómo se plantea la Iglesia su presencia entre los más pobres y la atención integral que se presta, con especial interés en los niños". El obispo ha destacado la importancia de entender "la posición de la Iglesia entre los pobres y para los pobres", y ha indicado que "en España la pobreza se ha hecho más extensa, más intensa y más crónica". Además, ha señalado que "cada vez aumenta más el número de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza, sobre todo personas que hace unos años tenían viviendas estables y ahora se ven en la calle".
En esa línea Manuel Sánchez Monge ha explicado que "aunque muchos empiezan a ver los primeros indicios del fin de la crisis, hay otros muchos que no corren la misma suerte". También ha dicho que "la crisis no era una crisis solamente económica, era una crisis que tenía su característica ética, moral", pues "las crisis vienen de la avaricia, de la falta de solidaridad" y, en su opinión, "parece que estamos superando la crisis, pero lo que no hemos superado es su causa". Por eso el obispo ha expresado su temor de que se repita, "porque veo que seguimos con las mismas malas costumbres".
Por otro lado, ha indicado que, debido a esta mala situación económica y social, han surgido tres nuevos tipos de pobreza: emigración, corrupción y empobrecimiento espiritual. Ante estos problemas, Manuel Sánchez Monge ha explicado que para ver las causas es importante actuar con corazón e inteligencia y que, por ello, "la Iglesia es un corazón que ve, ama y actúa".
Por último, ha querido destacar que "en el amor es más importante dar que recibir" y que "aunque sea difícil de creer -pues es una de esas cosas del cristianismo que no se pueden explicar- hay más alegría en dar que en recibir".
Fotografía: UIMP | Juan Manuel Serrano