Santander.- La ponencia que ha protagonizado la sesión matinal del encuentro Food Think Tank. Calidad y seguridad alimentaria, un desafío global, que se desarrolla esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), ha corrido a cargo de Esteban Alcalde, presidente de la Fundación Antama. En su intervención, el especialista ha hablado sobre la revolución agrícola en el contexto de cambio actual. Además, ha mencionado los retos a los que se enfrentan los agricultores e investigadores, para encontrar nuevas formas de producción de alimentos que sean sostenibles en el futuro, y ha hecho especial hincapié en el papel fundamental que juega la transformación genética de los cultivos para lograr tal objetivo.
En estas circunstancias cambiantes, en las que el tejido empresarial de la industria agrícola se ve afectado por la inclusión de las nuevas tecnologías y movimientos del mercado, Alcalde ha incidido en dos ideas para sentar las bases de su ponencia: por un lado, la perspectiva de los agricultores y, por otro, “la necesidad de encontrar mejores formas de producir alimentos”, ha manifestado.
En relación a los agricultores, el especialista ha afirmado que son un factor de relevancia, y para comprender su manera de trabajar, ha diferenciado dos tipos: los grandes agricultores que poseen más de 100 hectáreas, y los pequeños agricultores, que trabajan cultivos de aproximadamente una hectárea.“En España la mayoría de agricultores son pequeños”, ha agregado Alcalde, quien también ha defendido “la necesidad de ambos tipos para que el mercado de grano exista”·
Asimismo, el principal desafío en esta industria es el crecimiento sostenible, el cual se contrapone con dos fenómenos: el crecimiento exponencial de la población, mientras que la cantidad y calidad de alimentos aumentan de manera lineal, a lo que hay que sumar el cambio climático, cuya sequía provoca la disminución de zonas aptas para el cultivo. Según Alcalde, la prioridad para los investigadores es “lograr hacer más con menos”, por lo que se busca “explotar el máximo potencial de las plantas, modificando su genética”.
El experto ha repasado el origen y la historia de la investigación genética en relación con la agricultura, que es el precedente de la producción alimentaria moderna. En concreto, ha destacado el avance que supuso extrapolar las técnicas del laboratorio a los cultivos comerciales a gran escala. En este punto, Alcalde ha aclarado que los científicos no se emplean únicamente en el avance en transformación genética ya que “es muy difícil conseguir inversión”.
Sin embargo, el ponente ha mencionado los problemas en los que están trabajando actualmente y que sí disponen de apoyo y recursos para ser solventados: combatir las plagas, mejorar las estructuras de los cultivos y su rendimiento, explorar los genes de resistencia natural que desarrollan las poblaciones y el diseño de las formas y áreas de los cultivos para hacerlos más eficientes.
“El mundo transgénico es un arma de doble filo”, ha sentenciado el científico, quien ha explicado la “mala imagen pública” que considera que se cierne en torno a la transformación genética de plantas y semillas para el consumo humano. Alcalde ha concluido su intervención apuntando al fomento de esta alarma social en base a “la precaución que deriva de las trabas legales y la regulación”.
Crédito fotografías: Esteban Cobo