El profesor Jesús Flórez recuerda en la UIMP que la Farmacología debe “estar al servicio de la sociedad”

Santander.- Durante el encuentro Artes, Letras y Ciencias: creadores santanderinos. Jesús Flórez, un científico comprometido, ha considerado que “tenemos que estar al servicio de la sociedad porque el medicamento no es nada si no se da a un paciente. Es un producto químico que está en una probeta”. Por su compromiso e impacto en la sociedad como profesor, científico y persona, Jesús Flórez, ha protagonizado este encuentro: un “halago” en el cual “te das cuenta de que tu misión ha sido cumplida tanto a nivel profesional como social o personal”.

Para Flórez, el ser humano está en el mundo para servir -“la gran tarea de nuestra vida”- y que cada uno sirve en función de sus “apetencias, aficiones, genes y contexto”. En este sentido, ha reconocido humildemente que “por lo que dicen” ha afectado “a la vida de los demás” aportando lo mejor de sí mismo “sobre todo con la idea de servicio”.

El docente, investigador, padre de familia e impulsor de temas relacionados con la discapacidad intelectual, se ha involucrado con la Fundación Síndrome Down de Cantabria, con la Fundación Iberoamericana Down21, en numerosas conferencias y congresos y, además, es autor de varios libros como Síndrome de Down: Neurobiología, Neuropsicología, Salud mental o Síndrome de Down y educación. Entre todas, destaca su labor como científico e investigador y ha reconocido que su “gran obsesión”, en el campo científico de la Farmacología, ha sido que “esté próxima a la realidad clínica”.

Flórez promueve la integración y relación entre la Farmacología básica y la clínica porque es así como ambas “se identifican y enriquecen”. La Farmacología, donde ha desarrollado durante más de 30 años una intensa labor docente e investigadora, trata de entender “los mecanismos por los que los medicamentos actúan, cómo hay que darlos y qué problemas pueden producir, pero con mucha proximidad a la clínica”. Es decir, no tiene que haber “una disociación entre la investigación pura, la investigación aplicada y después la aplicación práctica”.

Esta “obsesión”, que ha marcado su docencia práctica y teórica y su investigación “estrictamente científica”, se refleja en su libro la Farmacología Humana, un texto de referencia. “No admito que un médico prescriba algo sin saber bien qué es lo que está prescribiendo, por qué y cómo. Igual que no admito que una persona explique un medicamento sin tener una idea real de cómo ese medicamento hay que darlo”, ha expresado.

En este encuentro, motivo de reflexión para el profesor sobre su trayectoria vital y profesional, ha experimentado satisfacción y agradecimiento hacia “las muchas personas” que han influido en su vida y le han ayudado. “Nunca la vida de una persona es vida única, sino es una vida compartida. Y te hace ver, quizá con más claridad, hasta qué punto el ambiente en que has nacido, te has criado o has podido desarrollar, te ha estado ayudando”, ha comentado.

En cuanto a las personas que han marcado su vida, ha señalado a su madre, a su mujer, María Victoria Troncoso, a sus propios hijos, “unos con discapacidad y otros sin ella”, a sus maestros y al padre “que no conocí”. En referencia a la “dura realidad” de dos de sus hijos, ha destacado el papel de su mujer: “La gran educadora que se dedicó en cuerpo y alma a la educación de personas con discapacidad. La influencia de mi mujer fue muy grande, ella aportaba conocimiento pedagógico y educativo; y yo aportaba mi conocimiento biológico, porque mi gran tarea o gusto científico ha sido la neurociencia, el cerebro”.

Además, en la segunda jornada del encuentro ha participado su hijo José Carlos Flórez jefe de la Unidad de Diabetes e investigador del Centro de Medicina Genómica (Center for Genomic Medicine) en el Massachusetts General Hospital. El reconocido endocrinólogo, también profesor de la Facultad de Medicina en la Universidad de Harvard, ha hablado de sobre el ejemplo que ha tomado de sus progenitores y la trayectoria de su padre en una emotiva ponencia.

 

Presidencia de la SEF

La presidenta de la Sociedad Española de Farmacología (SEF), María Jesús Sanz, ha ofrecido, durante la segunda jornada del encuentro, una ponencia sobre la etapa de Flórez al frente de la presidencia de la SEF entre 1986 y 1989. Desde su nombramiento, ha recordado Sanz, el reconocido científico afrontó retos como la apuesta por la Industria Farmacéutica, la formación del farmacólogo experimental o el fomento de las relaciones entre la Farmacología básica y la Farmacología clínica. “La Junta Directiva de Jesús adoptó una postura muy activa y positiva hacia la Farmacología clínica” porque, ha comentado la ponente, “tenían claro que la Farmacología era una”.

Por otro lado, Sanz ha recordado que el profesor recibió el premio a la Mejor Trayectoria Científica en Farmacología, otorgado por la SEF, en la primera edición de la convocatoria en 2005. “La Farmacología –dijo él mismo durante su discurso Testigo de una época difícilmente repetible tras recibir el galardón- ha sido la ciencia y la práctica que ha conseguido la revolución más profunda de la vida humana en los últimos 100 años” con avances como la terapéutica antiinfecciosa o el desarrollo de la farmacogenética, entre otros.

“Un hallazgo farmacológico que revolucionó literalmente la cultura de la humanidad, -diría también en 2005- fue la aparición en los 60 y 70 de fármacos capaces de influir decisivamente sobre la fertilidad y concepción femenina”, ha recordado Sanz en su ponencia.

Respecto al trabajo que la Farmacología tiene por delante en la actualidad, Sanz ha coincidido con unas palabras del profesor Chas Bountra sobre la lentitud en el desarrollo de nuevos fármacos, la infructífera duplicidad en la ciencia y los elevados precios de los nuevos fármacos. Para la actual presidenta de la SEF, ante esta realidad “quizás deberíamos pensar más en trabajo en equipo, menos protagonismo individual y en una unión de esfuerzos”.

 

Fotografía: UIMP 2018 | Juan Manuel Serrano