Santander.- El catedrático en el departamento de Patología Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, Juan A. Castillo, ha participado con una conferencia en el curso Enfermedades emergentes y reemergentes en Europa. De la investigación básica a la aplicada que se ha centrado en las zoonosis o enfermedades compartidas entre personas y animales.
El profesor ha criticado la tendencia del humano al antropocentrismo. Como ha explicado Castillo, “cuando conoces la biología ves que no es cierto” y por eso es “fundamental quitarnos esa visión de todos los problemas biológicos y, sobre todo, en lo referente a las enfermedades”.
Por este motivo, el experto se ha centrado en las zoonosis, especialmente en la parasitología y la parasitosis. Dentro de los parásitos, como ha explicado, se encuentran seis grupos: los virus, “parásitos por definición, ya que son incapaces de vivir, procrear o reproducirse solos”; las bacterias, “muchas de ellas, las que producen enfermedades, tienen un comportamiento o una relación parasita con nosotros y con los animales”; así como los hongos; los protozoos; los helmintos y los artrópodos.
Dos aspectos que ha querido destacar el ponente han sido la especiación y la especificidad. Así, ha definido la primera como “procesos adaptativos regulados genéticamente” y que hacen referencia “al grado de relación o intimidad que adquiere un parásito con su hospedador”. En este sentido, ha apuntado, el hecho de que “no todos los parásitos adquieran el mismo grado de especiación que otros” va a influir en las enfermedades emergentes “y en muchas otras cuestiones a nivel de investigación básica”.
En cuanto a la especificidad, hace referencia a que haya unos parásitos que son más específicos a unos hospedadores o a la inversa, hospedadores que son más específicos de según qué parásitos, ya que “es una relación de a dos”: “Todos los virus evolucionan o se están adaptando en función de lo que hagan sus hospedadores. Todo buen parasito intenta que esa relación entre dos funciones de la mejor forma posible”. Como ha mostrado el docente, el objetivo del parásito es “obtener el máximo beneficio causando el menor daño posible”, ya que de no ser así el parásito desaparecería.
Además, ha tratado el rango de hospedadores que tienen los parásitos, mientras que algunos tienen “una amplia gama” otros son más específicos, como las enfermedades transmitidas por vectores. Por último, ha nombrado a los monóxenos, es decir, aquellos que han llegado “a tal grado de adaptación a una sola especie que solo se ponen en contacto, sobreviven y reproducen con una especie animal”.
Asimismo, Castillo ha defendido la diferencia entre “tener el parásito y tener la enfermedad” y para explicarlo ha indicado el caso de la leishmania, un protozoo que puede ser portado y “no tiene porqué desarrollar la enfermedad”. Sin embargo, hay animales que “no solamente tendrán el parásito dentro sino que tendrán la enfermedad con un alto porcentaje de posibilidades”.
Fotografías: Esteban Cobo | UIMP 2018