- La directora de UIMP Sevilla, Encarnación Aguilar, se fija como reto para este curso consolidar la visibilidad de la institución en la ciudad y ofrecer una formación especializada y de vanguardia
Sevilla.– Encarnación Aguilar cumple su tercer año como directora de la sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Sevilla y afronta un nuevo curso con mucha ilusión, porque gracias a las alianzas conseguidas con otras instituciones se ha ampliado la oferta de cursos avanzados para el otoño, tanto en calidad como en cantidad.
Esta catedrática de Antropología Social de la Universidad de Sevilla, autora de numerosos estudios sobre el mundo rural y responsable de un grupo de investigación con proyectos nacionales e internacionales, se ha fijado como reto consolidar la visibilidad de la UIMP Sevilla y ofrecer una formación especializada y de vanguardia
- La sede de la UIMP en Sevilla cumple ya 33 años de historia...
Sí, es una de las más antiguas y con más solera. Hasta el año 2000, su actividad se reducía a los cursos avanzados de otoño, que le daban mucha vida a la ciudad. Desde el principio, la UIMP Sevilla contó en sus cursos con personalidades del mundo de la academia y de la literatura muy importantes, como Borges, Torrente Ballester, o Vargas Llosa, entre otros. El éxito fue tal que, a partir de entonces, la programación se amplió a la primavera también.
- Así que, desde 2000, el calendario de la UIMP de Sevilla oferta actividades casi todo el año, ¿no?
Pues sí. Organizamos los cursos avanzados, que se celebran en otoño y en primavera a modo de encuentros, talleres y jornadas; pero en verano también tenemos los Cursos de Inmersión en Lengua inglesa y siempre colaboramos en multitud de actividades culturales.
- Cuando usted coge las riendas de la dirección de la sede de Sevilla, ¿qué UIMP se encuentra?
Creo que la UIMP Sevilla es fruto del trabajo y las aportaciones de todos sus directores, pero también es el reflejo de la vida de la ciudad. En los años 80 y 90, la UIMP Sevilla brillaba mucho, no sólo porque tuviera unos buenos directores que hacían una excelente programación, sino porque la ciudad no era la misma que tenemos ahora. Como todas las universidades, la UIMP era la imagen de la vida cultural de la ciudad. En aquella época, Sevilla estaba ávida de eventos culturales, literarios y científicos. Sin embargo, en el siglo XXI la vida cultural de Sevilla ya está más consolidada, hay mucha oferta y muchas instituciones académicas y no académicas compitiendo en eventos de la misma naturaleza.
- Usted se hizo cargo de la dirección de la UIMP en Sevilla en plena crisis económica, ¿cómo influyó esto en su proyecto?
La Universidad tiene que mirar por su economía. Cuando asumí el cargo muchos patrocinios de la administración pública se habían terminado y los de la privada estaban disminuyendo. Así que estoy contenta porque, a pesar de la crisis, nuestra programación no solo no ha disminuido, sino que ha aumentado en calidad y en cantidad.
- Así que la UIMP Sevilla ha sabido encontrar otros caminos...
Sí, ha tenido que explorar otros formatos de formación, nuevos públicos y temáticas diferentes y, por supuesto, nuevas colaboraciones con otras instituciones. La idea de la que partimos fue que la Menéndez Pelayo no compite, sino que complementa la formación que otras universidades no dan. Si queríamos que esta sede fuera visible y volviera a estar dentro del panorama académico y cultural de Sevilla había que buscar alianzas con otras instituciones y generar sinergias. Ese ha sido mi gran reto: trabajar codo con codo, colaborar y no querer ser los únicos protagonistas.
- ¿En qué eventos culturales significativos está presente ahora UIMP Sevilla?
En la Bienal de Flamenco, el Festival de Cine Europeo y la Feria del Libro. Esta ha sido una estrategia que hemos iniciado con mucho éxito y que nos da mucha visibilidad en la ciudad.
- Y una oferta atractiva ¿no?
Y de vanguardia. Ese ha sido otro de mis objetivos, consolidar temáticas muy novedosas. Porque la programación de UIMP Sevilla estaba muy consolidada en área más sociales, históricas y literarias, pero los itinerarios debían completarse con campos más de ciencias básicas e investigación, técnicas e ingenierías. Esa filosofía nos ha llevado a crear la Escuela de Biomedicina o la de Energía y a consolidar los cursos sobre arquitectura, sostenibilidad o biodiversidad.
- ¿Qué aporta la UIMP que no ofrecen otras universidades?
Actualmente UIMP Sevilla oferta cursos muy especializados que permiten profundizar en determinados temas y, por tanto, actualizar conocimientos, tanto a nivel de estudiantes como a nivel de profesionales. Nuestro objetivo es completar la formación de los estudiantes o de los profesionales en una sociedad tan cambiante que exige una puesta al día continua. Pero además la UIMP da la oportunidad de que estos temas se aborden con expertos en cada materia difíciles de traer por otras instituciones. La ventaja de la UIMP es que puede generar cada año una programación nueva, lo que le da una libertad y una flexibilidad extraordinaria para escoger cursos muy especializados, en la frontera del conocimiento y dictado por los mejores expertos.
- Y ¿qué criterios han tenido en cuenta para el diseño de los Cursos de Otoño de Sevilla?
Queríamos contar con un programa que tocara distintos campos del conocimiento. Con una oferta de arte, música, cine y literatura, por un lado; pero también de ciencia y tecnología (la II Escuela de Biomedicina y la Cátedra de Salud UIMP-MSD) de sostenibilidad (arquitectura) y biodiversidad; y la historia y la economía (workshops y encuentros internacionales de emprendimiento). En total, más de una docena de cursos y encuentros que constatan que la oferta está consolidada y demandada por un público profesional, que ahora vienen a buscar la marca UIMP para proponernos nuevas actividades.
- ¿Cuál es el próximo reto para la UIMP de Sevilla?
El Postgrado. La UIMP de Sevilla quiere abrir su abanico formativo hacia los cursos de Postgrado, que es una reciente apuesta de la UIMP, pero que no cuenta con ninguno en nuestra sede.