Santander.- “O estoy dispuesto a morir por mi vecino, o no hay defensa”. Desde su experiencia personal, el teniente general del Ejército del Aire y jefe del Centro de Operaciones del espacio aéreo del flanco sur de la OTAN, Rubén Carlos García Servert, ha analizado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) el futuro de la seguridad europea en un contexto globalizado de “riesgos externos inciertos y preocupantes”.
El encuentro El futuro de la Unión Europea en el 60 aniversario de los Tratados de Roma ha concluido con la reflexión del comandante del Centro de Operaciones Aéreas Combinadas Torrejón (CAOC-TJ) sobre un tema candente, en el que “Defensa siempre ha sido parte de la seguridad”.
A través de un análisis “cabal” centrado en el futuro, el teniente general ha considerado fundamental “una correcta percepción” de las amenazas a las que se enfrenta Europa como la de “la Rusia de Putin que no comparte una visión de Estado de Derecho”, o un “mundo musulmán en ebullición que conviene analizar y que nos convierte en objetivo”. A su juicio, “banalizar” estos temas relacionados con la seguridad y la defensa solo fomenta una pérdida en “los valores occidentales” que se deben revitalizar para prevenir hechos como el atentado terrorista de Barcelona.
Respecto al papel de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), ha explicado que “todas las declaraciones europeas que se están produciendo en este momento de efervescencia aluden a la cooperación y complementariedad con el Tratado del Atlántico. Una declaración programática que habrá que ver qué alcance tiene”. En este sentido, ha considerado imprescindible la integración militar como respuesta de la UE ante amenazas globales inciertas y veloces porque “Europa no tiene defensa posible sin integración”.
Ante este escenario, la respuesta de Europa debe ser, primero individual, con una asunción ciudadana sobre la seguridad, seguida de una respuesta desde el Estado para reforzar la defensa de forma amplia y cooperativa, y por último, “el siguiente escalón esencial es Europa, con la integración de medios y voluntad política”. Y es que “sin todo lo anterior las nuevas generaciones estarán desarmadas ante un mundo cada día más complejo”.
El comandante del CAOC-TJ considera que “la declaración del consejo de seguridad y de defensa franco-alemán es el primer elemento concreto sobre el papel de un empuje considerable a esto que llamamos ‘defensa europea’ que lógicamente, el propio documento lo dice, está abierto a la consideración del resto de los socios europeos”. Y es en este punto, en el que se verá “si vamos a ser capaces de encontrar una masa crítica de miembros de la UE que tire para delante con compromisos firmes” a la cooperación reforzada.
En su visión personal del tema, la defensa europea “real” depende de un salto cualitativo y de la cuestión de si “mañana uno de los socios es atacado, ¿vamos a morir a su lado?”. La seguridad es, a su juicio, el “termómetro” para evaluar si la UE tiene “intención de avanzar hacia los veintisiete o no” y sobre lo que él es optimista, puesto que no imagina “una seguridad española fuera del marco europeo”.
En definitiva, para García Servert, falta un proyecto colectivo “emocionante”, por el que “valga la pena vivir y arriesgarse”, y poner en práctica la política común de seguridad y defensa recogida en el Artículo 5 del Tratado de Lisboa. Y es que el futuro de la defensa europea depende de que los ciudadanos crean que “este tipo de sueño es posible”, y considerar prioritaria la defensa colectiva del territorio europeo, porque “una entidad política que tiene intención de serlo se autodefiende”.
Fotografía: UIMP 2017 | Esteban Cobo