Santander.- La presidenta emérita del World Monuments Fund, Bonnie Burnham, ha participado en la segunda jornada del XII Foro Cultura y Naturaleza, organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en colaboración con la Fundación Banco Santander y la Fundación Botín. Su ponencia ha tenido por título Explorando nuevos caminos para el mecenazgo privado: The cultural Heritage Investment Alliance.
“No hay recursos suficientes para mantener el patrimonio cultural”. Con esta afirmación, Burnham se ha referido durante su intervención a la necesidad de encontrar fuentes de financiación más allá del turismo, que en ocasiones sobreexplota estos conjuntos arquitectónicos que deben ser protegidos. Así, en sus estudios ha incidido en cómo las entidades no culturales consiguen financiación. En este sentido, destacan las microtransacciones, como podría ser la de una industria que decide dedicar un tanto por ciento de sus ingresos al medio ambiente.
Para la también fundadora de The Cultural Heritage Investment Alliance, “existe una nueva categoría de inversores que está naciendo”. Estos serían aquellos que tienen en mente el desarrollo sostenible como una prioridad absoluta en sus inversiones. Respecto a estas,
Burnham ha indicado que cuando se hacen en inmuebles del patrimonio sin un uso específico suponen un alto nivel de riesgo. Es por ello necesario el uso de préstamos puente, que son aquellos que se conceden sin saber si va a haber retorno de ese dinero. Todo ello teniendo en cuenta la dificultad de meter y sacar con fluidez el dinero incluso en países deprimidos. La situación es tan alarmante que algunas fundaciones se encuentran con serias dificultades para invertir, según el análisis de la representante del World Monuments Fund.
Burnham ha dado durante su conferencia ejemplos de los proyectos europeos de financiación de patrimonio en un entorno rural y en uno urbano. Por un lado, en un entorno urbano ha hablado del caso de la fortificación de Rodas en Grecia. Un terremoto lo derruyó y ahora debido a la falta de capital en el país han tenido que buscar otras fórmulas para su financiación. Así, están explotando para el turismo edificios que hasta ahora estaban inutilizados.
Por otro lado estarían los entornos rurales, poniendo Burnham como ejemplo los pueblos alpinos de Suiza. Algunos de ellos están abandonados y otros semiabandonados, con apenas 50 habitantes. La solución ha sido reconvertirlos en un reclamo para el turismo, tal y como ha concluido al final de su intervención.
Fotografía: Juan Manuel Serrano | UIMP 2018