Santander. – Emma Suárez, recién llegada de rodar en República Dominicana 'Falling Apart' bajo las órdenes de Ana Rodríguez ('Buscando a Eimish'), cierra el ciclo cultural Noches en la Biblioteca de la UIMP con una lectura dramatizada de los Cuentos de Manuel Vicent. La actriz interpretará cuatro relatos inéditos del escritor valenciano en los que se retrata "con sentido del humor y de forma cercana el mundo en el que vivimos".
Tras cuatro años inmersa en el teatro con montajes como 'Los hijos de Kennedy', 'Deseo', 'La avería' o 'Viejos Tiempos', la actriz madrileña "sentía la necesidad de volver al cine". Así, en pocas semanas estrenará en el Festival de San Sebastián 'Murieron por encima de sus posibilidades', una "comedia surrealista y ácida" de Isaki Lacuesta. Con el mismo director está trabajando en 'El deshielo', un largometraje por el que "se está luchando desde hace cuatro años" y que comenzará a rodarse en noviembre.
Además, la actriz ha hecho referencia a los tiempos difíciles que vive el séptimo arte: "En España hay ganas de hacer cine, lo que no hay es financiación". La protagonista de 'El perro del hortelano o 'La mosquitera' ha asegurado que "el problema no está en el talento" sino en las dificultades para sacarlo adelante: "Se sigue buscando desesperadamente la forma de hacer cine, pero no nos pueden cortar las alas a los artistas. Tenemos la necesidad de expresarnos".
Suárez, que empezó en la profesión con tan solo 14 años, ha reflexionado sobre el mundo de la interpretación, un trabajo que implica "fortaleza física y psicológica": "La vida de un actor no es cómoda, estás sometido al desequilibro constante". Asimismo, ha explicado que es difícil meterse en la piel de algunos personajes ya que uno entra en "territorios del alma que a veces no son agradables". "La falta de tiempo para estar con tu familia y la inestabilidad de no saber cuándo vas a tener el próximo proyecto te obligan a estar constantemente vinculado a tu trabajo", ha apuntado.
Por último, la actriz ha asegurado que "no tendría ningún problema en volver a televisión", aunque parece decantarse más por el teatro, al que se ha referido como "un ritual escénico en el que descubres cada palabra". "El hecho de defender cada día una función, estés como estés, pertenece al instinto de superación. Es un viaje profundo y difícil pero también muy satisfactorio donde la relación con el público es transparente, sin artificios", ha concluido.
Fotografía: Pablo Hojas