Santander.- Fernando Marías tenía aproximadamente doce años cuando descubrió a Frankenstein. Primero por la mítica película protagonizada por Boris Karloff, que le impresionó muchísimo, y luego gracias a la novela de Mary Shelley. Desde entonces, no se ha separado de él: “Fue un libro que me marcó mucho, toda la vida he tenido a ese monstruo tan especialísimo pegado a mí, de una manera u otra”, ha explicado el escritor que, junto con Espido Freire, participará en el ciclo de los Martes literarios con el coloquio 200 años de Frankenstein.
“Creo que es una novela que cambió la literatura y que nos sigue cambiando. Se trata de una obra verdaderamente única y excepcional”, ha afirmado el escritor vasco, que en su participación en el ciclo, organizado por la UIMP en colaboración con El Diario Montañés, le gustaría poner en valor por qué Frankenstein o el moderno Prometeo le sigue pareciendo una obra de plena actualidad: “La fragilidad del monstruo, su indefensión ante el mundo es lo que le convierte en un monstruo actual, en el que todos podemos vernos reflejados”. De igual modo, también quiere aludir a la figura de Víctor Frankenstein, ya que generalmente, cuando se habla de la novela, solo se habla de la criatura: “Es un personaje de tal espectacularidad y envergadura que a veces olvidamos que frente a él hay un adversario formidable que es el doctor que lo creó, que muchas veces es el gran olvidado”, ha afirmado.
Marías y Freire han colaborado juntos en varias ocasiones. La escritora ha participado como autora y como actriz en la compañía teatral Los hijos de Shelley, originada a raíz del grupo formado por Marías, con la intención de reunir a creadores de todos los ámbitos interesados en la novela de Frankenstein. Con la compañía, dirigida por Vanesa Montfort, llevaron al María Guerrero la obra El hogar del monstruo, y aunque actualmente está parada, tienen en mente varios proyectos.
Cuando en 2010 comenzaron con esta iniciativa, la legendaria noche de 1816, en la que los escritores Lord Byron, John Keats, Percy B. Shelley y Mary Shelley se reunieron en torno a una chimenea y jugaron a idear historias de terror, y de la que surgió, concebida en la mente de Shelley, la novela Frankenstein o el moderno Prometeo, era mucho menos conocida que ahora: “Creo que el año del bicentenario de la novela ha traído tal cantidad de proyectos alrededor de Frankenstein, que mucha gente ha conocido que durante esa noche pasaron un montón de cosas, entre ellas que Shelley creó la novela de la que doscientos años después seguimos hablando”.