Santander.- Con el objetivo de unir y afianzar relaciones entre fundaciones, la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) ha sido escenario de la inauguración del encuentro Las sinergias y el desarrollo de las fundaciones de la salud, la investigación y el bienestar, en la que han estado presentes Honorio Carlos Bando, director del mismo y coordinador del Grupo de Trabajo Sectorial de Salud, Investigación y Bienestar de la Asociación Española de Fundaciones, Julián Pérez Gil, gerente del Servicio Cántabro de Salud, Juan Domínguez, concejal de Deportes y Salud del Ayuntamiento de Santander, y César Nombela, rector de la UIMP.
En la inauguración se ha puesto en valor el papel de las fundaciones como “instrumento imprescindible para el desarrollo de la investigación e innovación”, como ha destacado Pérez Gil. “Lo que hace factible que el avance y desarrollo del estado de bienestar”, ha recalcado Nombela.
Inversión en ciencia
La ponencia inaugural, a cargo de Íñigo Sáenz de Miera, director general de la Fundación Botín, ha servido para poner en valor la inversión en ciencia que llevan a cabo las fundaciones. Entre otras cosas, ha subrayado Sáenz de Miera, porque “es evidente que la ciencia sigue siendo uno de los principales vectores de desarrollo”. Asimismo, ha asegurado que en España existe un nivel científico “magnífico”, por lo que “si se invierte bien, se producen resultados”, y que la inversión de fundaciones como la suya “ofrecen un punto de vista nuevo que aporta riqueza”.
El director general de la Fundación Botín ha afirmado que la crisis vivida en los últimos años, a pesar de sus consecuencias, ha sacado “lo mejor de las fundaciones”. “Somos un sector más fuerte ahora que en 2006, gracias a que hemos medido mejor y ganado en eficiencia, y hemos innovado y colaborado más entre nosotros”, ha expuesto.
Medición, colaboración e innovación son los conceptos principales que ha señalado Sáenz de Miera como ejes fundamentales de una buena inversión. Primero, porque medir y atender a los indicadores “te hace ganar eficiencia y sacar el mejor partido de cada euro que inviertes, así como descubrir que hay cosas que no funcionan”. Segundo, porque “pocos sectores colaboran menos entre instituciones que el sector fundacional” y se ha de aprovechar más el hecho de que “el futuro está en la difusión de los límites entre las categorías de sector público, privado, o social”. Y, finalmente, innovar, “forzarse a no hacer las cosas igual que el año pasado”, porque las fundaciones se han visto obligadas a buscar “maneras de abordar nuevos y mayores problemas con menos recursos”, ha concluido.
Fotografía: UIMP 2017 | Esteban Cobo