Santander.-Aunque está considerada como la escritora española de novela negra por excelencia, Alicia Giménez Bartlett es la primera sorprendida cuando conoce quién es el asesino en algunos casos que lee en los periódicos: “No he descubierto nada que merezca la pena, ni siquiera soy muy hábil sospechando”, ha asegurado en unas declaraciones a los medios con motivo de su participación en el ciclo Martes Literarios, organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en colaboración con El Diario Montañés.
Y es que, “una cosa es escribir ficción y la otra pensar que la gente es capaz de asesinar por ahí, tan alegremente”. Como ha explicado, los hechos a veces son tan difíciles de creer, que no sería posible ni escribirlos. El ejemplo más reciente es el acontecido en la Rambla de Barcelona, una tragedia que ha afectado a tantas personas que no le inspira “en absoluto” y de la que cree que se ha convertido en ficción de la propia realidad: “A mí eso si tuviera que haberlo escrito sobre España, no se me habría ocurrido jamás, pero hemos llegado a una situación extraña, nada ficcional, sino real, y creo que se debe respetar en literatura”, ha afirmado.
En relación a la salud actual del género negro, Bartlett ha sido muy positiva. En su opinión, vive un momento “muy óptimo”, sobre todo si se compara con la época en la que ella comenzó a escribir, cuando había muy poca gente que la cultivara. “Ha empezado a caer esa especie de leyenda de que la novela negra es una de quiosco, para leer en un viaje y dejarla olvidada en cualquier parte”, ha explicado. Además, está a la altura de la de otros países, incluso de los nórdicos, de los que ha considerado que se han leído “novelas malísimas” solo por el hecho de venir de allí. “Creo que podemos compararnos con quien sea porque es un momento estupendo para la novela negra en España”, ha añadido.
El impulso, como ha detallado, puede deberse al boom que ha habido en Europa en los últimos años, “una especie de eclosión en toda Europa a la que nos hemos unido”. Este éxito quizás ha tenido que ver con los tiempos convulsos en los que vive el ser humano o el sentido crítico del género: “Es muy inmediata, retrata la realidad y la critica, y habitualmente nos la pasa por un filtro, con una serie de lanzas, sobre los problemas que a la gente también le llega mucho a su interior”, ha mencionado. Además, refleja la vida de la gente de la calle: “Suele haber una ambientación, normalmente ciudadana y rural, donde la gente sencilla aparece. Eso a los lectores les gusta, se identifican con ellos y se sienten en el mismo lugar”.
Por último, Bartlett ha reconocido que, aunque le parece negativo que se asocie a algunos escritores únicamente con su título más reconocido, como es su caso con la saga Petra Delicado, no le ofende en absoluto: “No tengo ningún derecho a protestar, porque soy una privilegiada que he hecho una cosa muy importante, lo que me ha dado la gana en cada momento. Y encima me han secundado y premiado, qué más quiero”, ha concluido.
Fotografía: UIMP 2017/ Esteban Cobo