Santander.- La búsqueda de la felicidad será siempre sempiterno objetivo del ser humano. Una consecución de la felicidad que está en nuestra mano y que depende en buena medida de nuestras emociones. “El comportamiento humano está fundamentalmente montado sobre un mundo emocional, que promueve, regula, incita o aleja al ser humano de determinadas metas. Es en definitiva ese mundo afectivo y emocional el que nos lleva a una situación de cumplimiento que entendemos como un estado de felicidad”. Son las palabras de Helio Carpintero, que ha dedicado su ponencia en la última jornada de la XVI Escuela de Psicología «José Germain». Psicología de la vida adulta que se celebra en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), a la psicología positiva, que centra sus esfuerzos en “potenciar la realidad del sujeto y su bienestar”.
Un bienestar que se obtiene “en la medida en que el individuo pone en juego sus capacidades o fortalezas y los elementos de nuestra dotación psíquica para hacer frente a las realidades del entorno”, ha explicado Carpintero, y que “se ve reforzada por los logros que dentro de nuestra vida vamos obteniendo”.
En definitiva, como ha defendido el también miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, “la felicidad es una plenitud, es llegar a una meta que se estaba buscando”. Pero cuidado, porque cada uno puede encontrar su propia felicidad. “Es una meta que es relativa, no absoluta que valga para todos. Cada uno tiene su propia meta ‘felicitaria’, y cada uno tiene que encontrar justamente el sentido que a su vida da plenitud, fortaleza y hace sentirse justificada”.
Un sentido de la vida propia que Carpintero aboga por enseñar en las escuelas. “La educación siempre se ha concebido como instruir, proporcionar conocimientos, y preparar y entrenar en hábitos, pero es esencial en la tarea educativa que se incorporen aquellos elementos y valores que dan sentido a la vida”. Se trataría, de una “instrucción de tipo positiva, con el objetivo de descubrir la vocación o misión individual y aplicar las virtudes o fortalezas personales”.
Finalmente, el presidente de la Academia Española de Psicología ha expuesto la influencia que la positividad y el bienestar individual tienen en la salud. “Con emociones negativas se tiene una mayor vulnerabilidad a la infección fisiológica y a la depresión mental”, frente a la “mayor protección frente al envejecimiento, la enfermedad cardiaca, o el estrés” del bienestar y los afectos positivos, ha detallado el catedrático. Así que, por su salud, busque la felicidad. Porque como dice Carpintero, “hay más cosas positivas en su vida que el conjunto de lo existente que comprende el mundo de los astros”.
Fotografía: UIMP 2017 | Esteban Cobo