Santander.-Hovik Keuchkerian, igual que el autor de Un obús en el corazón, Wajdi Mouawad, nació en Beirut, ciudad libanesa que ambos abandonaron en 1975. El primero se fue a Madrid, el segundo a Canadá. Este no es el único vínculo que los une, también tienen conexiones a nivel familiar, como su “relación extraña” con su padre y su madre respectivamente. Por eso, cuando en 2014 Keuchkerian leyó por primera vez la obra, se sobrecogió. A partir de ahí, el trabajo constante y la acogida del público han hecho el resto.
“Es un cañonazo al alma. Después de todas las funciones que hemos hecho, creo que podría asegurar, que indistintamente de donde vengas, las experiencias vitales que hayas tenido o los traumas, antes o después, incluso aunque pelees porque no te llegue, te acaba entrando”, ha asegurado el intérprete, que subirá al Paraninfo de Las Llamas fragmentos del montaje. Y es que, a su parecer, “la obra te humaniza, te quita todas las corazas y te toca en lo más dentro donde te pueda tocar”. Desde luego, para él, hacer este texto “es un regalo”, que le ha enseñado a dar un paso adelante y a afrontar muchas cosas: “Hoy por hoy, cuando me subo al escenario a hacer el ‘Obús’, me bajo siendo mejor tipo”, ha reconocido.
La versión de Santiago Sánchez del texto de Wajdi Mouawad es su primera incursión en el teatro, una disciplina de la que, ha asegurado, se ha enamorado. “Cuando lo leí el primer día, no entendía cómo una persona sola iba a ser capaz de subir al escenario cuatro narradores en cuatro edades diferentes, siendo él mismo y haciendo once personajes distintos”, ha explicado. Trabajo que ha conseguido con creces, avalado por crítica y público. Además, el proyecto le ha regalado “el privilegio absoluto” de que Sánchez se cruzara en su camino: “Tengo tres o cuatro referentes a lo largo de mi carrera en la interpretación y se ha sumado Santiago. Soy muchísimo mejor actor desde que hago el Obús”, ha declarado.
El actor de Hispania o Assassin’s Creed (serie de videojuegos, historietas, libros, y cortos de ficción histórica) también ha hablado del boxeo, profesión a la que se ha dedicado durante años, una disciplina que ha comparado con su trabajo como actor y escritor. “El boxeo tiene mucho de literario y poético, y mucho de psicología y de estar bien enganchado al suelo o analizar al rival”, ha explicado. Como ha añadido, subirse el ring tiene que ver bastante con la interpretación, con “enfrentarse a los miedos o estar muy entrenado indistintamente de que luego ganes o pierdas”.
Por último, se ha referido a las series de televisión: “No es que ahora se hayan puesto de moda, es que se están comiendo el cine”, ha declarado sin meter en el saco a las superproducciones. En España, como ha indicado, el problema está en la intención de hacer una serie para todos los espectadores, hecho que las nuevas plataformas están cambiando: “Eso ya está cambiando afortunadamente, y debería cambiar más y más rápido, deberíamos centrar el tiro a un público más determinado”, ha concluido.
Fotografía: UIMP 2017/ Esteban Cobo