Santander.– El ser humano tiene en sus manos el futuro de la Tierra y el impacto del cambio climático en ella. Esa es la conclusión de las ponencias con las que se ha inaugurado la Escuela de Medio Ambiente "Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno", protagonizadas por el investigador del Instituto Español de Oceanografía (IEO) Luis Valdés y el profesor de Ecología, Evolución y Biología Marina de la Universidad de California Joshua Schimel.
El impacto del hombre sobre el medio ambiente se puede medir con la fórmula IPAT, como ha explicado Valdés, que significa que dicho impacto es igual al producto de "la población, el nivel de consumo y la tecnología". Los dos primeros "siempre van a ser un problema por cuestiones políticas", pero la tecnología puede ser la "solución de limpieza", ha asegurado. Por ello, Valdés ha afirmado que "invertir en ciencia es la única manera de disminuir el impacto del hombre sobre la Tierra".
El investigador del IEO ha centrado su conferencia en la importancia del océano, y ha comentado que es "el sistema que modula el clima en el planeta". Así, por ejemplo, ha explicado el fenómeno de El Niño: "En la zona del Ecuador, en el Pacífico, se calienta el agua, hay muchas precipitaciones en Sudamérica y en el resto del mundo hace más calor. Este fenómeno ocurre cada siete años y ya pasó en 2015, por lo que tuvimos un invierno cálido". Los grados del agua de los océanos también están relacionados con otros fenómenos, ya que "cada vez hay más temperatura en el mar y cada vez los huracanes son más fuertes", ha asegurado Valdés. Además, ha añadido que "el cambio climático lo van a sufrir más en el trópico, que es también donde se encuentran los países más pobres".
En esta línea, ha explicado que los niveles de CO2 en la atmósfera están aumentando cada vez más y su concentración está relacionada con los cambios de temperatura. Este exceso de calor "no se acumula en la atmósfera, sino en el océano". De hecho, como ha asegurado el investigador, "las zonas que más se están calentando son el Ártico, la tundra siberiana y Canadá, donde la cobertura de hielo está disminuyendo de forma muy acelerada". Así, Valdés ha explicado que "la disminución del hielo es del tres por ciento por década" y que algunos modelos predicen que "el Ártico esté libre de hielo para el año 2030 o 2040".
Asimismo, Schimel ha asegurado que "en el océano hay casi la misma cantidad de carbono orgánico que en la atmósfera, que es lo que causa el cambio climático". El profesor de la Universidad de California ha explicado tres principios generales: "la Biología del suelo nunca va solo sobre biología, las plantas también son importantes y siempre hay que tener en cuenta el modo en el que entendemos la naturaleza". Sobre los cambios ambientales, ha afirmado que "la temperatura es más importante en las latitudes altas, pero no es el cambio más destacable, sino las precipitaciones, que lo son aún más en los sistemas semiáridos". Así, el denominador común de estos problemas es el agua líquida, ya que con ella "la biología continúa, por lo que la congelación y la sequía son desafíos".
Fotografía: UIMP | Esteban Cobo