Santander.- La primera obra de teatro de Irene Escolar fue Mariana Pineda de Federico García Lorca, un poeta, dramaturgo y prosista que a la ganadora del Goya a Mejor Actriz Revelación por Un otoño sin Berlín le "emociona profundamente". Por eso, para su participación en el ciclo Noches en la Biblioteca de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) ha elegido la voz de varios de los personajes femeninos más representativos del autor de la Generación del 27 recogidos en textos como Poeta en Nueva, Bodas de Sangre, Doña Rosita la soltera, Yerma o El público, montaje con el que volverá a Madrid después de una gira.
Para hablar de Lorca, la actriz madrileña se ha apoyado en el libro de Lluís Pascual De la mano de Federico, en el que narra que "Shakespeare explica de qué materia están hechos los seres humanos, Chéjov dice cómo se comporta esa materia y con la obra de Lorca te preguntas como sabe él lo que me está pasando a mí", algo con lo que ella está muy de acuerdo: "Me siento muy identificada con él, y no sé cómo es capaz de entender con esa sensibilidad cosas que me ocurren", ha destacado. Dice que no sabe explicar con palabras el motivo de su admiración porque "es algo que no es tangible, simplemente te emociona o no. Es poesía muy real, muy concreta y profunda", ha añadido.
Nieta de los actores Irene Gutiérrez Caba y Gregorio Alonso y sobrina nieta de Julia y Emilio Gutiérrez Caba, es difícil hablar de su carrera sin hacer mención a su familia, de la que ha bebido en su trayectoria: "Mi abuela tuvo mucha influencia en mí, pero murió cuando yo era muy joven. Los primeros años de mi vida tengo el recuerdo de compartir muchas cosas con ella y mi tío Emilio dice que todas las Irenes de mi casa, sobre todo mi abuela y yo, hemos tenido una vocación muy fuerte desde que éramos muy jóvenes. Eso nos une mucho, igual que el haber hecho Romeo y Julieta con ella, pero no pudo llegar a verme encima de un escenario", ha señalado. Aunque le gustaría meterse en la piel de varios de los personajes que interpretó su abuela, especialmente el de La casa de Bernarda Alba, "igual estaría bien que el recuerdo quedara en ella, y yo hacer personajes diferentes".
A pesar de su juventud, ya ha tenido la oportunidad de interpretar a "mujeres muy fuertes, valientes y con mucha personalidad". Algo que no es fácil en el teatro y menos aún en una industria tan pequeña como la del cine español, que cuenta con "grandes directores que siguen manteniéndose con películas muy interesantes y jóvenes directores con muchas cosas que contar". A pesar de ello, echa de menos el apoyo a otro tipo de proyectos como "un cine de autor no solo hecho por un grupo de amigos en condiciones precarias". Precisamente así se hizo Un otoño sin Berlín, primer largometraje de Lara Izaguirre por el que recibió un Goya a Mejor Actriz Revelación: "No sé si facilita las cosas ganar un Goya, porque si somos realistas hay muy pocos proyectos. Para mí, ha supuesto un reconocimiento por parte de la profesión y eso es lo más especial", ha afirmado, sin dejar de reconocer que "era lo último que se esperaba".
En referencia al papel de la mujer en el sector cinematográfico, Escolar ha destacado la existencia de más personajes masculinos que femeninos, algo de lo que hay que ser consciente si te quieres dedicar a la profesión: "Creo que la mujer se está haciendo un hueco en la sociedad y también en la industria", ha apuntado. Asimismo, ha reconocido que en su generación "hay gente preparadísima con muchísimas ganas y que creo que harán grandes cosas".
Cuando le preguntan por la posibilidad de dar el salto a Hollywood lo tiene claro: "Quiero poder contar buenas historias y creo en este país hay grandes directores, guionistas, equipos técnicos o actores con los que me apetece mucho trabajar. Si la historia es buena me da igual que sea aquí, en Europa o en Estados Unidos. No aspiro a hacer grandes cosas, sino a contar buenas historias", ha destacado.
Fotografía: Esteban Cobo