Santander.- “Históricamente, Europa ha apoyado a gobiernos impresentables por intereses propios. Tener como aliado a países como Arabia Saudí o Egipto va en contra de los valores de la Unión Europea”. Así de tajante se ha mostrado el codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), Jesús Núñez, en el seminario Quo Vadis Europa? V. 60 años después de Roma, el futuro del sueño europeo de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
En la misma línea, ha asegurado que “este comportamiento genera un sentimiento antioccidental en los países musulmanes que nos condena a vivir siempre las mismas situaciones, atentados terroristas incluidos”, y ha criticado el papel de los estados en la venta de armas: “Piensan que si no las venden ellos, lo harán otros, así que acceden a ello sin importar quién las quiere comprar con el fin de fortalecer su propia industria militar”.
Por otro lado, Núñez ha asegurado que, en la actualidad, “Europa solo cuenta con dos amenazas existenciales: por un lado, la proliferación de armas de destrucción masiva, y por otro el cambio climático”. Pese a ello, ha indicado que “estos problemas no son los que reciben mayor atención mediática, en detrimento de, por ejemplo, el terrorismo yihadista”, aunque ha reconocido que, este último, “se trata de un desafío al que hay que hacer frente”.
Además, ha resaltado que “las amenazas ahora son globales y ningún estado puede hacerlas frente por sí solo”. En este sentido, ha criticado que los gobernantes mundiales “han preferido ser cabeza de ratón antes que cola de león. Ahora son meros gestores, como si se tratara de un alcalde de pueblo, con el fin de seguir siendo el jefecito”, y ha alertado del auge del “nacionalismo rancio”: “No entienden que cada vez los países tienen menos capacidad de afrontar de manera aislada las necesidades del Estado”, ha asegurado.
El codirector del IECAH ha rechazado la idea de que la Unión Europea sea “un gigante económico pero un enano militar”, ya que el continente “cuenta con 1’6 millones de efectivos militares, lo que la convertiría en la segunda fuerza militar del mundo solo por detrás de Estados Unidos”. En este sentido, ha señalado que “lo militar nunca debe ser la respuesta. Se deben potenciar los instrumentos políticos, sociales y económicos, y en esto la UE es un experto”.
Para Núñez, el objetivo de la UE en materia de seguridad debe ser el de “conseguir una autonomía estratégica, sin depender de Estado Unidos, nuestro hermano mayor”, pero ha lamentado que “la existencia de tres bloques distintos dentro de Europa -europeístas, atlantistas y neutrales- dificulta el progreso de la Unión”.
Asimismo, ha indicado que “para lograr una Europa más segura debemos preocuparnos de la seguridad en otros países”. Sin embargo, aunque “parecía que lo teníamos asimilado hace unos años, la renuncia de la Agencia Europea de Seguridad a desplegar grupos de combate en el contexto internacional lo deja en evidencia”, ha precisado Núñez.
En cuanto a los retos a los que se enfrenta la seguridad europea, ha destacado que “en defensa no hay que gastar más, sino mejor”, y ha añadido que “los estados miembro deben pensar en común para poder hacer frente a las amenazas comunes, potencializando cada uno de ellos aquello en lo que es más fuerte”.
Por último, ha remarcado que “para que la industria de defensa sea verdaderamente europea, debemos acabar con la regla del justo retorno”. Esta regla, por la que un país debe recibir una inversión igual a lo que ha aportado previamente, “va en contra de la productividad”, ha concluido Núñez.
Fotografía: Juan Manuel Serrano