Santander. – El actor Joan Carreras no ha pensado nunca en tirar la toalla porque, como él mismo afirma, "no sabe hacer otra cosa". Aun así, el protagonista de 'El policía de las ratas' junto con Andreu Benito, que esta semana se ha representado en Santander, se ha mostrado severo con las pocas ayudas culturales, el 21% de IVA y la falta de subvenciones al teatro. "La cultura es uno de los bienes que hay que preservar por encima de muchos otros, porque es lo único real que dejamos a nuestros hijos", ha señalado.
El montaje, que se escenificó en las tablas del CASYC, está dirigido por Álex Rígola, con el que el Carreras ya ha trabajado en veinte espectáculos, en una relación profesional que ha forjado una amistad de muchos años. El director catalán ha adaptado un texto del escritor chileno Roberto Bolaño que, a su vez, se basa en un relato de Franz Kafka, una "metáfora que habla del ser humano, al que atribuye la personalidad de la rata". La función, que ha pasado con gran éxito por el Teatre Lliure de Barcelona o el Teatro de la Abadía de Madrid, desgrana la relación del ser humano con el arte en "una sociedad que solo tiende a la productividad".
Una sociedad de ratas, tal y como se la imagina Bolaño, pero que tiene mucho que ver con la realidad actual. "En nuestra sociedad pasa exactamente lo mismo, lo peculiar no tiene cabida, sobre todo porque estamos maltratados políticamente a nivel cultural", ha apuntado Carreras, que se mete en la piel de Pepe el Tira, un policía que tendrá que investigar el desconcertante crimen de la rata Elisa. El actor, habitual en series de la televisión catalana como 'Infidels' o 'Temps de silenci', ha insistido: "Se tiene que dejar de pensar en la cultura como un lujo porque es una necesidad social".
Carreras se ha mostrado a favor con las declaraciones de algunos de los protagonistas de la programación de 2014 de la UIMP, como Miguel Rellán o Marcos Ordóñez, que reflexionaban sobre el estado de buena salud que viven las artes escénicas. "Estoy de acuerdo, pero se está haciendo mucho teatro alternativo muy bueno en el que los actores están cobrando 200 euros al mes, algo completamente inviable", ha afirmado. Aunque reconoce que hay que agradecer al público "la predisposición de ver teatro, gracias a la cual se está manteniendo a flote", considera que hay una doble trampa: "Yo tengo un hijo y no puedo permitirme el lujo de actuar en una sala pequeña si no estoy haciendo televisión por la mañana o si no me toca la lotería".
'El policía de las ratas' apenas cuenta con escenografía. Dos sillas, dos micrófonos, el componente sangre y el cadáver de una rata gigante son lo único necesario para llevar a cabo esta representación, sin olvidar la interpretación actoral y la palabra del autor. "Queríamos dejar pura la palabra de Bolaño y ser lo más sinceros posible, que el espectador creara su propia escenografía mental de lo que está pasando". Una función que, como ha señalado su protagonista, "también pide mucho por parte del público".
Fotografía: Pablo Hojas