Santander.- La primera etapa en la vida de José Luis Alcaine, nacido en Tetuán en 1938, e instalado en Tánger al poco tiempo, fue fundamental en su interés temprano por la fotografía: “Estudié en un colegio francés, lo que me permitió ver el cine que en España estaba censurado”. Este hecho, como ha reconocido el director de fotografía, galardonado con el IX Premio UIMP de Cinematografía, le permitió estar “un paso por delante” de sus compañeros de la Escuela de Cine de Madrid, desconocedores de la tendencia artística que se daba en Europa.
De sus comienzos como estudiante recuerda una frase que en un momento le espetó un profesor: “Dedícate a otro oficio porque para el cine no vales”. Todo un visionario, ya que Alcaine es, sin duda, uno de los más reputados directores de fotografía del panorama cinematográfico actual. Habitual en los proyectos de Pedro Almodóvar, también ha trabajado con otros grandes de la gran pantalla como Fernando Trueba, Bigas Luna, Carlos Saura o Josefina Molina. Cinco Premios Goya, un galardón de la Academia del Cine Europeo, el Premio Nacional de Cinematografía de 1989 o el reciente premio Visión del Festival de Locarno avalan su trayectoria profesional: “Muchos de estos galardones se centran solo en las películas más vistas por el público”, destaca Alcaine quitándose méritos. Asimismo, considera que la fotografía en las cintas de Almodóvar no ha sido premiada en Hollywood porque “se tiende a reconocer la fotografía de largometrajes de época, con grandes paisajes, y no una comedia”.
Cincuenta y dos años de trayectoria profesional le han permitido seguir la evolución de la fotografía cinematográfica, muy ligada al desarrollo de los medios técnicos: “Al principio se rodaba en películas, luego llegó el material de iluminación, más tarde el control con monitores de 35 milímetros y finalmente la fotografía digital”. “Sin duda, todo ha ido a mejor”, remarca este pionero en la iluminación por reflexión de luz mediante paraguas o por luces fluorescentes: “Pese a que estas innovaciones fueron muy criticadas, hoy son usadas en todas las producciones cinematográficas”.
Para terminar, Alcaine asegura que tiene una visión positiva sobre el presente y el futuro de la fotografía en la industria del séptimo arte –“el espectador es consciente de la importancia de la imagen en una película, en todo el mundo se hacen análisis de este tipo”- y alaba a las nuevas generaciones que trabajan en su oficio: “En España tenemos el futuro garantizado”.
Fotografía: UIMP 2017/ Esteban Cobo
