Santander.-Josep Piqué ha presentado su último libro, ‘El mundo que nos viene’, en el que trata la inminente reorganización de la jerarquía mundial, donde, según el autor, “los occidentales tenemos que asumir que el centro de gravedad del Planeta está ya muy lejos”. Además del exministro, en el evento, que se ha desarrollado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), también participaron Julio María Sanguinetti, expresidente de Uruguay, Enrique Krauze, director general de la Revista Letras Libres de México, y Trinidad Jiménez, directora de Estrategia Global de Asuntos Públicos de Telefónica.
“Hace años que defiendo que el centro del Planeta se sitúa en el Estrecho de Malaca”, ha asegurado Piqué, quien ha tomado esta afirmación como punto de partida para presentar su última publicación, en la que también ha desarrollado las circunstancias y actores que rodean los movimientos de reordenación global. Asimismo, el expolítico ha explicado los motivos de la crisis europea, además de ofrecer propuestas para abordar los desafíos a los que deberá hacer frente para mantener una posición determinante en este nuevo contexto.
El experto ha situado como centro del “nuevo mapamundi” la conjunción entre el Océano Índico y el Pacífico porque ha asegurado que “alberga dos tercios de la población mundial, más de la mitad de la producción y del comercio”. En esta incipiente geolocalización del poder, Piqué ha remarcado la importancia de “defender la democracia representativa, la economía de libre mercado y las sociedades abiertas que se basan en la libertad de los individuos”, valores que considera patrimonio de Occidente, pero de los que ha manifestado su universalidad.
Ante esta situación, el expolítico ha enumerado las razones por las que Europa quedará relegada a posiciones de inferioridad respecto a los estados que se levantan como potencias: “La digestión de la última ampliación; los devastadores efectos, tanto económicos como políticos, que ha provocado la recesión de los últimos diez años y el entorno enormemente conflictivo que da lugar a flujos migratorios”, ha establecido Piqué, quien ha apuntado también la escasez de colaboración entre naciones europeas y el aumento de sentimientos nacionalistas y populistas que conjugan el crecimiento del euroescepticismo.
Finalmente, Piqué ha trazado una hoja de ruta para Europa. Ha abogado por la “integración interna” como medida para paliar las consecuencias negativas de esta reordenación de hegemonías. También ha propuesto “la construcción de una relación estratégica mucho más profunda entre la Unión Europea y América Latina”, subrayando que “sin abandonar al mundo anglosajón”.
“La dirección correcta no es más nacionalismo o más populismo”, ha sentenciado el exministro. “Estos problemas se hacen frente con más integración y más democracia”, ha concluido.
Fotografía: Esteban Cobo | UIMP 2018