Santander.-La Compañía Nacional de Danza, de manos de su director José Carlos Martínez, pondrá el punto de inicio al ciclo Escénicas en el Casyc de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) con cuatro piezas Holbert Suite, El cisne negro, La rose malade y La favorita, que mezclan un trabajo de zapatilla de punta de ballet clásico con matices contemporáneos.
“Quería que en este programa estuviera la historia de la compañía. Es importante utilizar lo que se ha hecho antes para ir hacia el futuro” ha asegurado el Premio Nacional de Danza de 1999, que ha insistido en la importancia de mostrar la versatilidad de los bailarines, “lo que hace que tengamos una identidad particular”. Por eso, el público del Casyc de este miércoles se sorprenderá gracias a un espectáculo que se transforma con cada función, lo que consiguen “utilizando una dinámica diferente, jugando con las emociones o dejando cierta libertad de improvisación a los bailarines”.
La pieza Holbert Suite de Tony Fabre, mano derecha de Nacho Duato durante veinte años, representa “una etapa muy importante” de la compañía: “Esta noche es un poco especial, porque entre los bailarines hay algunos que bailan por primera vez esta pieza y la energía que se transmite es muy diferente a la de los que están acostumbrados a bailarla”, ha explicado. Sobre La favorita, pieza inspirada en todos los coreógrafos, tanto clásicos como contemporáneos, con los que Martínez ha trabajado a lo largo de su carrera como bailarín, ha comentado “a mí siempre me gusta que la danza clásica se baile de una manera actual para que llegue al público de hoy. Solemos pensar que lo clásico es muy serio, y ahí es donde he querido poner sal y pimienta”, ha detallado.
En relación a la trayectoria de la compañía, ha considerado que de los cambios de registro “algunos más afortunados que otros”, no hay nada que borrar, aunque ha reconocido que, en algunas ocasiones, se ha olvidado la esencia de los años anteriores: “Yo lo que estoy haciendo es recuperar lo que se ha hecho anteriormente, para que tengamos un repertorio más grande y mostrar al público espectáculos muy diferentes”. Al fin y al cabo, ha añadido “una compañía de danza se va construyendo con la historia y la danza se transmite de generación en generación”.
Fotografía: UIMP 2017/ Esteban Cobo