Santander.- Los ingredientes de Creación de un taller de teatro escolar son la pasión y la transmisión de experiencias y conocimientos. La directora de escena y catedrática de Secundaria, María de los Hitos Hurtado, ha asegurado que el arte dramático enseña a los escolares a ser libres, no tener prejuicios, dejarse llevar y expresar sus emociones. Para ella, “ser profesor de teatro es asistir a un milagro”, un testigo de la evolución de una idea desde su concepción hasta el escenario, que permite “conocer a los alumnos de pie” y ver la forma en la que se mueven y relacionan.
En su opinión, un maestro convencional “no tiene esa posibilidad”, porque la docencia se produce “en diferentes circunstancias”. Por eso, el Taller de teatro escolar, que se celebra esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), trata de ayudar y ofrecer recursos a aquellas personas que, bien por su profesión o simplemente por afición, quieran abordar la creación de un grupo de teatro o reflexionar sobre la actividad teatral en la escuela.
“El teatro se aprende viendo lo que hacen los demás, perdiendo el miedo y mediante la transmisión del conocimiento y la experiencia”, ha señalado la directora escénica. Todo eso sin olvidar la pasión, “un ingrediente indispensable en un arte que implica imaginar una escenografía, un vestuario, una manera de volverse en escena o construir marionetas”.
Respecto a las numerosas formas de la dramaturgia, la experta en teatro académico ha explicado que en clase prefiere la vertiente lúdica de este arte, porque tiene diferentes efectos en cada alumno dependiendo de sus circunstancias personales: “Si soy un estudiante de secundaria va a tener una repercusión, y si soy un señor mayor, otra”. Por ello, se ha autodefinido como “poco amiga” del Teatro Aplicado: campo que abarca una amplia gama de actividades dramáticas llevadas a cabo por organismos, grupos y profesionales diversos que comparten la creencia en el poder o intencionalidad del teatro, más allá de su mera forma estética.
La actividad profesional de Hurtado se desarrolla en una compañía que sirve “como puente entre el teatro escolar y profesional” y que cuenta con antiguos alumnos y el talento del compositor Gonzalo García, secretario del taller. Una de sus obras Humano 2.0 refleja “muchas partes del ser humano en pequeñas pinceladas, sus contradicciones, la felicidad, la hipocresía o la influencia de la tecnología en él”. La raíz de este espectáculo fue “el título y la electroacústica que eligió García, después vino el resto”, ha recordado.
En el taller, la directora de escena propone ejercicios para el entrenamiento del actor que ha de ser constante y abarcar muchas facetas. En su página web (www.trampitan.es) cualquier profesor, monitor o aficionado puede encontrar estos recursos para formar un grupo de teatro.
Fotografía: UIMP 2017 | Esteban Cobo
