Santander, 23 de agosto de 2019.- La directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), María Antonia Blasco, ha expresado hoy que “quizá hace falta más investigación en el campo del envejecimiento”. Así lo ha declarado ante los medios de comunicación, tras intervenir en el XIX Aula de Verano ‘Ortega y Gasset’. Iniciación a la Universidad que se clausura hoy en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
La bióloga, que este viernes ha concedido una ponencia titulada Descifrar el envejecimiento para acabar con las enfermedades, ha afirmado que, aunque se investiga “mucho” en el ámbito de las enfermedades, es “importante” estudiar aquellas relacionadas con el envejecimiento. Según Blasco, estas patologías son “el origen de la mayor parte de las enfermedades que matan en los países desarrollados”.
“Si no conocemos el origen de las enfermedades, difícilmente podremos desarrollar tratamiento que funcionen”, ha insistido la máxima responsable del CNIO. Precisamente, sobre este tema ha tratado la charla que ha ofrecido a los estudiantes del Aula Ortega y Gasset: “El mensaje principal ha sido que la única manera realmente de poder curar enfermedades y de prevenirlas es entender su origen”.
Durante su intervención, ha hablado también de la labor que están llevando a cabo en el centro que dirige en relación al cáncer. Como ha expresado Blasco, los investigadores “están desarrollando fármacos, moléculas químicas que sean capaces de destruir los telómeros, estructuras que protegen los cromosomas y que son esenciales para el crecimiento de las células del cáncer”.
Asimismo, la experta se ha referido a un trabajo reciente realizado por el CNIO con distintas especies de animales, cuyo “principal” objetivo “es entender el papel de los telómeros de determinada longevidad de distintas especies”, ha indicado.
En relación al brote por listeria producido en Sevilla, la bióloga ha señalado que “con las enfermedades infecciones hay que estar alerta” porque “siempre hay un peligro potencial”. Aun así, Blasco ha matizado que, en este caso, se sabe “muy bien” cómo hay que tratarlo: matar el germen, en este caso bacteria, que las produce. “Hay agencias que regulan las condiciones satinarías, pero obviamente hay que tener cuidado con los alimentos”, ha concluido.
Foto: Esteban Cobo (UIMP)