Santander.- El director general de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), José Antonio Gil y el secretario general de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), Miguel Ángel Casermeiro, han participado en la inauguración del seminario Protegiendo la innovación: ¿Propiedad industrial o intelectual?, organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en colaboración con la Oficina Española de Patentes y Marcas.
El responsable de la OEPM ha querido destacar que este curso es una de sus primeras intervenciones tras tomar posesión de su cargo recientemente. Para él, “resulta indudable la importancia de una protección adecuada para mantener la competitividad”. Todo ello partiendo no solo de una perspectiva nacional, sino también internacional.
Gil ha resaltado que uno de los aspectos que más tiene en cuenta el usuario es la apariencia. Así, el diseño resulta esencial para muchos consumidores a la hora de decantarse por un producto. Este aspecto es especialmente reseñable en sectores como el de la moda, el calzado o la bisutería.
La sesión ha continuado tras la inauguración con una ponencia titulada La oficina de propiedad intelectual de la Unión Europea. En la misma ha participado el director del Departamento de Cooperación Internacional y Asuntos Jurídicos de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), Joao Negrao. Dicha oficina fue creada en 1994, aunque no estuvo operativa hasta 1996. Su crecimiento en este tiempo ha sido extraordinario, pasando de 19 trabajadores a los 1.000 funcionarios que actualmente forman parte de sus filas. La EUIPO, con sede en Alicante, cuenta con 240 millones de euros de presupuesto. Para dar una idea de la importancia de la propiedad intelectual es relevante decir que el “25% del empleo en la UE está conectado”, como ha comentado Negrao.
“El brexit supondrá costes adicionales y una gran inseguridad jurídica”, como ha relatado el responsable del Departamento de Cooperación Internacional y Asuntos Jurídicos de la EUIPO. Hasta ahora eran 28 los países que se englobaban bajo el paraguas de la marca de la Unión Europea. Desde este momento serán solo 27 tras la salida de Reino Unido de la UE.
Para el responsable de la EUIPO es importante señalar que “a pesar de la pujanza de la marca europea, eso no ha hecho que desaparezcan las marcas nacionales”. Es más, cada año se hacen más de 500.000 solicitudes de marcas nacionales, una cantidad muy superior a las solicitadas de marca europea. Todo ello con el objetivo de que “el sistema nacional y el europeo puedan convivir juntos”.
Además, Negrao ve esencial “ir al ritmo de la revolución tecnológica”. De hecho, en no muchos años habrá que añadir las marcas olfativas, “para ajustarnos a las necesidades de las empresas que están trabajando en ello”.
Fotografías: Esteban Cobo | UIMP 2018