Santander.- El seminario De la Nanociencia a la Nanotecnología: luces y sombras del control de la materia a escala atómica ha dado comienzo en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). Este seminario ahondará en los avances en Nanociencia, que dan lugar a Nanotecnologías en desarrollo, así como los materiales y maquinaria que requieren. El curso profundizará también en los usos actuales y futuros en ámbitos como la medicina o la ingeniería de infraestructuras.
José Ángel Martín, profesor de investigación y miembro del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha protagonizado la primera jornada con una exposición que ha sentado las bases para el resto de la semana. En su intervención Introducción a la Nanotecnología, ha explicado la definición de Nanociencia y Nanotecnología y cómo interaccionan, además, ha apuntado los posibles usos de estos campos en el futuro.
“Nano significa enano, lo más pequeño, la reducción de 0,000000001 de un objeto”, ha comenzado Martín, para hacer referencia a la base de este campo de estudio, basado en la reducción de los elementos hasta su unidad mínima. Bajo estas circunstancias “el tamaño sí importa”, ha sentenciado el profesor, pues “cuando se reduce a tamaño nanométrico, las propiedades electrónicas de los objetos varían”, de manera que ofrecen nuevas posibilidades.
Según ha comentado el invsetigador, la problemática que acarrea trabajar en estos tamaños es la dificultad para predecir y detectar los efectos, es decir, controlar estas nuevas propiedades de los materiales. La investigación en este campo está actualmente ligada a “entender estos comportamientos, entender la nanociencia”, ha admitido Martín, para en un futuro poder manipularla con precisión: “En esta escala aparecen leyes cuánticas nuevas, la instrumentalización que tenemos no sirve y la superficie se hace más importante que el volumen”.
En este sentido, el profesor ha mencionado cómo se llevan a cabo los experimentos nanocientíficos sobre los que se construyen nanotecnologías. En concreto, ha profundizado en las microscopías de campo cercano (STM y AFM), que son las herramientas que se utilizan en estas escalas para dibujar la estructura de los elementos a estudiar. Martín ha descrito la máquina como “un lápiz, cuya punta es un átomo, que se desliza sobre la superficie del elemento y crea una imagen con diferentes tonalidades”, estas tonalidades corresponden a la altura de las partículas respecto al plano, lo que da lugar a aproximaciones en tres dimensiones. El microscopio crea una imagen plana del relieve de la estructura de la partícula, como si crease un mapa topográfico del átomo, de manera que se ha conseguido observar la estructura real de moléculas, sus enlaces y formas.
“Por el momento, esta tecnología solo se da en condiciones irreales en la naturaleza, a 4 grados Kelvin (-269,15 Cº) y en Ultra Alto Vacío (UHV)”, ha manifestado el profesor. Sin embargo, en el futuro, la nanotecnología podría aplicarse en multitud de campos, tales como la física, la química, la ingeniería o la medicina. Como ejemplo ilustrativo, Martín ha explicado cómo podría replicarse la estructura de una célula, integrándole compuestos específicos y conseguir que hiciese llegar medicación solo a las zonas afectadas.
Acto inaugural
Los directores del curso, Pedro A. Serena y Agustina Asenjo, investigadores científicos y miembros del CSIC y del ICMM, han presidido el acto de inauguración del seminario, junto con Ignacio González, director de Servicios Universitarios de la UIMP.
Fotografía: Esteban cobo | UIMP 2018