Santander.- La Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en el marco de sus actividades culturales, acogerá, este sábado 10 de febrero a las 20 horas, el estreno en Santander de La rosaleda, un montaje basado en cinco relatos originales del actor, director y dramaturgo Carlos Álvarez-Nóvoa, bajo la dirección de Isabel Tejerina. La entrada será libre hasta completar aforo.
En el Paraninfo de Las Llamas podrá verse la versión completa del espectáculo, ya que incorpora a las cuatro piezas, ya representadas en anteriores ocasiones, la titulada Paz en el mar. De este modo, la función se estructura en cinco textos breves que aúnan el drama y la comedia: Transbordo en venta de baños, una divertida anécdota ferroviaria en un coche-cama de los años cincuenta; Paz en el mar, retazos de la solitaria y penosa vida de un entrañable pescador de bajura en un pequeño puerto asturiano; Pequeña función de noche, el dramatismo de la violencia doméstica a través de un juego infantil; La mecedora, difícil convivencia de una pareja de ancianos; y Ensayo general, una incisiva crítica al mundo del teatro por dentro.
Es la segunda ocasión que la UIMP cede el Paraninfo de Las Llamas a la agrupación escénica Unos Cuantos. La anterior fue en marzo de 2017, se representó Odisea en escena, de Juan Manuel Freire, ocasión en la que se ocuparon las quinientas butacas de su aforo. Esta vez se subirá a las tablas un elenco formado por Vicent Boira, Isa Cela, Javier Estribou, Julio Gallego, Domingo Gómez, Verónica Guillén, María Hoz, Paloma Lloreda, Clara Llorente, Gloria Modinos, Jorge Moreno, Juanjo Paredes, Rosa Pereda, Julio Pérez, César Prada, Ramón Quintana, Miguel Simal y Juan Villalón.
Carlos Álvarez-Novoa
Carlos Álvarez-Nóvoa (Asturias, 1940-Sevilla, 2015) se consagró al teatro en múltiples facetas durante toda su vida y su trayectoria se mereció el respeto y el cariño de sus compañeros y del público. Prueba de ello es el Centro de Artes Escénicas que lleva su nombre y que le ha dedicado el teatro aficionado de Asturias en La Felguera, su lugar natal. Miembro activo de la Academia de Cine ejerció durante años como profesor en el Centro Andaluz de Teatro. En su faceta de investigador destacó por ser uno de los más importantes conocedores de la obra de Valle Inclán y de Luces de Bohemia, llegando a interpretar a Max Estrella. Fue también un buen dramaturgo, poseedor de premios como el Tirso de Molina por La venus del espejo. En cine recibió el Goya por su interpretación en Solas de Benito Zambrano.
Para Unos cuantos, Carlos Álvarez-Novoa tiene un significado especial por la amistad que mantuvo durante toda su vida con Isabel Tejerina, directora de La rosaleda, amistad que se fraguó cuando él dirigía el Teatro Estudio en la Alianza Francesa de Oviedo, allá por 1969. La conmoción por su inesperada muerte, en septiembre de 2015, fue el aliento para levantar este espectáculo como homenaje a su persona y su obra.
De imborrable recuerdo para Unos cuantos fue su asistencia el 13 de diciembre de 2013 a la representación de Teatro en crisis, de Juan Manuel Freire, en el Salón de Actos del CEIP Cisneros de Santander. A los pocos días escribía estas palabras: "Os veía en el escenario y me transmitíais toda vuestra energía, vuestra fuerza, vuestra ilusión, tan igual a la que hace tantos años sentí cuando empecé a dar mis primeros pasos en el teatro amateur, sin saber entonces que me iba a dedicar a ello durante toda mi vida. Y me gustó mucho vuestro trabajo, la sencillez de la propuesta, la frescura en las interpretaciones, la actualidad y la intensidad de la crítica, y el estilo tan contrastado entre el realismo y el expresionismo en esa esperpéntica visión de la esperpéntica realidad que nos rodea."
Declaraciones Isabel Tejerina
“Es un proyecto que he hecho con muchísima ilusión y emoción y que, de alguna manera, me ha servido para ir superando el duelo” ha afirmado la directora de escena de La rosaleda, Isabel Tejerina, con quien Álvarez-Novoa mantenía una entrañable amistad desde los años sesenta. “Era un hombre fuerte y vital, pero si hay un rasgo que sobresalía en su personalidad, era su sencillez, a pesar de sus innumerables logros”, ha señalado. Una sencillez que le llevó, ha explicado, a hacer muchos amigos. Y es que, entre otras cosas, siempre respetó los trabajos más modestos: “En estos momentos, cuando hay tantos obstáculos, es importante que hay gente que reconozca la labor que hacemos también los que, sin ánimo de lucro, con ilusión y ganas de crear nuevos públicos, impulsamos el teatro”.
El montaje se basa en cinco de los dieciocho textos que conforman La rosaleda de Álvarez-Novoa, escogidos por su fuerza dramática para poder versionarlos en teatro: “Me parecían tan buenos como los demás, pero de mayor envergadura dramática para llevar a escena. Aúna comedia y drama, rosas y espinas, como el título mismo y como en la vida misma”, ha apuntado. Asimismo, Tejerina ha agradecido a la UIMP el apoyo que brinda a los colectivos sin ánimo de lucro que, como ellos, se esfuerzan cada día por impulsar el teatro.