Santander.- La séptima edición del Encuentro «Ernest Lluch», que se celebra en el marco de los Cursos Avanzados de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), ha iniciado su andadura con el foco puesto en El Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) en la encrucijada: panorama actual y miradas de futuro.
En el acto inaugural han estado presentes el director del encuentro y profesor del Departamento de Análisis Económico y Finanzas y del SIES (Universidad de Castilla La Mancha), Juan Oliva, el presidente de la Fundación Ernest Lluch, Joan Majó, y el rector de la UIMP, Emilio Lora-Tamayo.
Oliva ha recordado que a lo largo de los siete años que la Fundación Ernest Lluch ha estado presente en la UIMP se han tratado “temas clave” dentro del ámbito de la atención sanitaria y de los cuidados de la salud, como el envejecimiento saludable, los retos de la atención eficiente equitativa dentro del sistema, la sostenibilidad y la solvencia de los sistemas sanitarios.
Por su parte, Majó, que ha recordado que el objetivo de su Fundación es el de hacer presente la memoria de la persona de Ernest Lluch y su pensamiento –basado en “las desigualdades como preocupación, los derechos como objetivo y el diálogo como método”-, ha aportado sus reflexiones fuera de los ámbitos de la sanidad y el sociosanitario.
Por una parte, el presidente de la Fundación Ernest Lluch ha hecho alusión a la relación entre la economía y la salud, sobre la que hay un elemento que resolver: “El binomio coste y beneficio. En este caso la salud no tiene precio, con lo cual, los equilibrios son mucho más difíciles”, ha expresado. Asimismo, ha defendido que “el derecho a la salud es un derecho fundamental de las personas”, pero ha matizado que “todo derecho lleva anejo unas obligaciones”: “El ciudadano también tiene que hacer todo aquello que esté en su mano en pos de su salud”, ha asegurado. En último lugar, Majó ha señalado que “uno de los elementos fundamentales de insostenibilidad en el conjunto de las sociedades actuales es la evolución de la demografía”.
Para finalizar, Lora-Tamayo ha subrayado que la dependencia, y todo lo que atañe a la atención y cuidados de larga duración son “aspectos del bienestar social que durante mucho tiempo han gravitado sobre organizaciones privadas, familias e individuos”.
El rector ha recordado que la Ley de Dependencia, a través de todo un sistema de servicios públicos y privados, “creó el actual Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia”, pero que la crisis de finales de la pasada década “paralizó el cambio estructural que tenía que soportar el desarrollo lógico” de esta iniciativa. A esta crisis, ha añadido Lora-Tamayo, “se suman los cambios demográficos y las implicaciones sociales que suponen las migraciones, que vienen a redefinir el contexto y escenario” en el que se tiene que desplegar esta Ley.
Fotografía: Juan Manuel Serrano | UIMP 2018