Santander.- La profesora del Departamento de Análisis Económico y Finanzas y del Seminario de Investigación en Economía y Salud (SIES) de la Universidad de Castilla La Mancha, Luz María Peña, y el director de Deusto Business School Health de la Universidad de Deusto, Roberto Nuño, han participado en el Encuentro «Ernest Lluch». El Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) en la encrucijada: panorama actual y miradas de futuro que se está celebrando estos días en la Universidad Menéndez Pelayo (UIMP), en colaboración con la Fundación Ernest Lluch y con la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).
Durante la primera ponencia de la jornada, Peña ha abordado La magnitud de los cuidados informales y su maridaje con los cuidados profesionales. Según ha expuesto, en España los cuidados informales, es decir, aquellos desempeñados por familiares o amigos, están basados principalmente en “razones culturales y económicas”. En este sentido, ha añadido, “aproximadamente un 32% del total de prestaciones son destinadas al cuidado familiar”, tal y como lo reflejan los datos recogidos por el Imserso en 2018. Esta cifra supone un descenso respecto al “47,5% de 2012 y el 45% de 2011”, ha apuntado.
En cuanto a la magnitud dentro del SAAD de los cuidados informales y los profesionales, Peña ha indicado que “aproximadamente el 85% son cuidados que provee la familia, en torno a un 12% corresponde a empleados del hogar y un 3% a servicios sociales”. Respecto al porcentaje de la familia, el perfil del cuidador es “una mujer de mediana edad con estudios primarios y que se dedica generalmente a las labores del hogar”, ha explicado. En relación a la tarea que realizan, Peña ha cuestionado: “¿Los cuidados informales son gratis?” Según ha apuntado, en base al método de valoración contingente, este tipo de cuidados “están valorados entre 23.000 y 29.000 euros al año por persona”.
En último lugar, Peña ha planteado si los cuidados profesionales y los informales son, o no, complementarios. Según la profesora, “los cuidados profesionales prestados dentro del hogar complementan los informales, mientras que los cuidados profesionales recibidos fuera del hogar sustituyen los cuidados informales”. En esta línea, la profesora ha asegurado que aún quedan “tareas pendientes” en materia de cuidados no profesionales, como “la protección a los cuidadores en el ámbito laboral, lo que se puede traducir en flexibilidad horaria o la posibilidad de solicitar excedencias temporales”, así como en la “protección del bienestar del cuidador” y la “protección económica”. Tal y como ha expresado Peña es “muy importante” cuidar a las personas dependientes, pero también lo es “cuidar a los cuidadores”.
Por otro lado, Roberto Nuño se ha centrado más en el ámbito sanitario, mostrando dos aspectos que “están ya en esta sociedad y probablemente no estamos preparados”. La manera en que gestionemos “estos tsunamis” puede cambiar en función de “las decisiones que empecemos a tomar respecto a los mismos”. Estos “tsunamis”, como los ha llamado Nuño, son “la tecnología y el envejecimiento”.
El ponente ha hablado de una revolución tecnológica que no solo ha influido en el ámbito de la tecnología, en el sanitario o en el científico, sino que también ha provocado modificaciones en el uso que hacen las personas de la propia tecnología.
Nuño se ha centrado en el envejecimiento de la población, y ha recordado que 2017 ha sido el primer año en el que la población mayor de 65 años ha superado en cantidad a los niños menores de 5 años. “Hay un envejecimiento a escala planetaria”, ha expresado.
Este envejecimiento del que habla Nuño, si se lleva a la salud, muestra que a medida que se envejece aumenta la carga de enfermedades crónicas. Una de las consecuencias es el aumento en “un perfil de personas con enfermedades crónicas complejas, de edad avanzada y que tiene las características de necesidades múltiples de carácter sanitario y social”. El director de Deusto Business School Health de Deusto ha explicado que es este perfil donde existe un mayor potencial de creación de puestos de trabajo profesionalizados”. Otro sector en el que considera que hay que trabajar es en “el envejecimiento de los cuidadores”, oficio que suelen emplear las mujeres.
Nuño ha explicado cómo se han ido construyendo “modelos de atención más integrados a la necesidad de las personas”. Dentro de este modelo ha destacado las estrategias de cronicidad que han puesto todas las comunidades en marcha, o los cambios en ámbitos como medicina de familia o medicina interna que “lideran la transformación del modelo general”.
Otras “grandes zonas de avance”, según ha expresado, son los factores de riesgo, aspecto en el que España “lo ha hecho mejor en la última década” y la reducción de “la variabilidad en la práctica”, por ejemplo la reducción burocrática en servicios sociales.
Acto de clausura
En el acto de clausura han estado presentes la profesora del Departamento de Análisis Económico y Finanzas y del Seminario de Investigación en Economía y Salud (SIES) de la Universidad de Castilla La Mancha, Luz María Peña, el vicepresidente de la Fundación Ernest Lluch, Josep María Carrerras y el vicerrector de Innovación y Desarrollo de Proyectos de la UIMP, Rodrigo Martínez-Val.
Fotografías: Juan Manuel Serrano | UIMP 2018