Santander.- El rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), César Nombela, el director general de la Fundación Botín, Íñigo Sáenz de Miera, y el Académico Numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Antonio Gallego, han inaugurado el encuentro Federico Sopeña (1917-1991) en la España de su tiempo que se celebra estos día en la UIMP en colaboración con la Fundación Botín.
El director del encuentro, Antonio Gallego, ha destacado la importancia del seminario ya que “todos los que intervenimos en él, somos beneficiarios de la actividad y de la amistad del maestro Sopeña”. El catedrático de Musicología ha añadido que el objetivo del encuentro no solo es “analizar la figura y el calibre humano de Sopeña” sino también “la España de la época”, aprovechando las múltiples facetas del maestro, no solo como musicólogo, sino también como historiador del arte, filósofo, museógrafo (fue director del Museo del Prado) o como prelado doméstico del Vaticano. Por último, Gallego ha recordado que Sopeña estaba muy ligado a Santander. Recibió la Medalla de Oro de la UIMP y fue precursor de la Biblioteca de la Fundación Botín.
Federico Sopeña entendía el papel fundamental de las artes en “la formación integral de las personas”, y así lo ha señalado Sáenz de Miera. Algo, que a su juicio coincide con el legado de Emilio Botín. También ha recordado que muy pocas cosas tienen la capacidad de contribuir al enriquecimiento personal y el desarrollo integral de la sociedad de la manera en que lo hace el Arte, y por eso, la Fundación Botín se considera “deudora de figuras como la de Sopeña”.
En último lugar, el rector de la UIMP ha señalado que “como buen oyente de radio, son pocas personas las que dejaron esa huella intelectual a través de este medio como lo hizo Sopeña con su voz inconfundible”. También ha recordado que Sopeña demostró ser “gran conocedor de las cosas que hablaba, en especial de las artes y de la religión”, y que su figura supuso uno de los “verdaderos modelos” para entender que “las artes son una parte esencial de la vida humana”.
Fotografía: UIMP | Esteban Cobo