• Las sesiones abordan cuestiones como la manipulación selectiva de recuerdos en grupos sociales o el olvido de experiencias traumáticas
Santander. – El profesor de Psiquiatría de la Universidad de Nueva York Manuel Trujillo y el psiquiatra y secretario de la Fundación Castilla del Pino, José María Valls, dirigen la VI Escuela de Psiquiatría y Ciencias de la Conducta "Carlos Castilla del Pino" celebrada en las aulas de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), y enfocada a una de las capacidades fundamentales de los seres humanos: la memoria, que permite tener en cuenta lo vivido, por la especie y por el individuo, para adaptarse y sobrevivir en el medio.
Ambos directores han explicado que consideran importante dar continuidad a esta escuela de la UIMP para mantener el espíritu del profesor Castilla del Pino y "dialogar una manera de ver la realidad". Así, Trujillo ha destacado que este encuentro "nos permite poner al día cuáles son los métodos para acceder a la memoria de los individuos y de los grupos sociales, y cómo estudiar la memoria desde sus diferentes manifestaciones. Un claro ejemplo es la neuroimagen: "Cómo el cerebro crea, mantiene y elimina, o no, los recuerdos y qué papel tiene en la vida de las personas". Es decir, "crea las narrativa de las sociedades y naciones" o, lo que es lo mismo, consiste en perseguir la memoria desde el nacimiento hasta sus manifestaciones culturales más elaboradas. Valls ha añadido a esta descripción cómo la memoria individual crea "un juego en el cual el recuerdo es un nexo de unión de cada uno de nosotros con nuestro entorno, y una cadena a la que te agarras y que cambias para poder planificar tu futuro".
Como ejemplo, Valls ha destacado la conferencia de la profesora Edurne Portela, que ha relatado sus recuerdos de la violencia vivida en el País Vasco desde su infancia y primera juventud: "Lo que intenta -ha matizado- es explicar cómo ese ambiente y ese contexto, en el cual se movía, estaba condicionado". Este hecho se puede calificar como un relato colectivo que "deforma", ya que "muchos se callan o hablan solo de una parte", lo que desemboca en "condicionar la memoria y los recuerdos de la sociedad", de tal manera que "los jóvenes están viviendo un relato modificado, adecuado por una parte de la sociedad para planificar el futuro sin que les estorbe el pasado". Valls ha matizado que, a nivel individual, "uno modifica su pasado para que no le estorbe en ese futuro que quiere construir". Así, ha destacado que "el individuo sufre, y se encuentra con dificultades para llevar a cabo su vida", lo que supone una desubicación: "En ese momento entra en juego el trabajo del psiquiatra, y gran parte de su labor la realiza sobre la memoria del paciente", lo que se plasma en la ayuda para hacer aflorar sus recuerdos ocultos.
"Cuando un paciente tiene una experiencia dramática en la infancia y no ha podido manejarla, la reprime, no existe", ha afirmado Trujillo. El profesor defiende que el psiquiatra da al paciente la oportunidad de "reactivar la memoria con mucha más capacidad adaptativa para poder modificar y recuperar esa parte de la experiencia de su temor".
Fotografía: Juan Manuel Serrano