La VIII Escuela de Psiquiatría y Ciencias de la Conducta pone el foco en la construcción del sujeto en la UIMP

Santander.- La Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) acoge la VIII Escuela de Psiquiatría y Ciencias de la Conducta «Carlos Castilla del Pino». La construcción del sujeto: cómo llegamos a ser nosotros mismos, una perspectiva sobre el aspecto ontogenético de la evolución.

Los codirectores de la escuela José María Valls, profesor titular de Psiquiatría de la Universidad de Córdoba, y Manuel Trujillo, profesor de Psiquiatría de la New York University y vicepresidente de la Fundación Castilla del Pino, han presentado un programa que ha contado en esta primera jornada con expertos como el profesor de Investigación del CSIC, José María Bermúdez, y el profesor de Neuro and Rehabilitation Sciences de la Universidad de Haifa, Gerry Leisman.

Tras hacer un repaso a los avatares de las ciencias de la Salud Mental y el “ir y venir en la búsqueda de la comprensión del otro”, Valls ha señalado que la investigación en el cerebro y el desarrollo de las técnicas de neuroimagen, que permiten ver imágenes en vivo del sistema nervioso central en general y del cerebro en particular, así como los factores genéticos y bioquímicos, han permitido ver al cerebro funcionando. “Esta posibilidad ha abierto un nuevo camino que retoma los viejos; es decir, ha puesto de manifiesto que nacemos como todas las especies: muy condicionados pero con mucha flexibilidad. Una capacidad abrumadora de adaptabilidad”, ha explicado.

La neuroimagen ha recuperado la psicopatología para el estudio del cerebro y “ha abierto una nueva perspectiva respecto a nuestros sentimientos y maneras de relacionarnos con el mundo, así como la influencia que nuestra propia vida va teniendo en las conductas que nos van a caracterizar: una nueva psicología sobre la manera de relacionarnos con el mundo”.

Sin embargo, las técnicas como la neuroimagen o la bioquímica, la psicopatología y el abordaje individual de cada paciente son “auxiliares porque permiten ver el cerebro desde fuera”. De ahí que “la neurociencia se debe completar con la experiencia profesional y con ciencias humanistas como la Filosofía, Literatura o el Arte” porque el objetivo es “ver desde dentro el cerebro del otro, y cuál es su vivencia, como percibe y siente el mundo”, ha indicado Valls.

Por su parte, el profesor Manuel Trujillo ha comentado que la Fundación y la Escuela llevan “por su ambición intelectual” el nombre del neurólogo, psiquiatra y escritor español Carlos Castilla del Pino, que no abandonó “ningún aspecto a la hora de tratar de explicar el comportamiento humano”. Y es que introducía Biología, Psicología o Sociología, pero “no de manera arbitraria o enciclopédica, sino de una manera dinámica con una actitud científica”, ha expuesto de quien también incorporó “el sujeto” al centro de toda ciencia humana y articuló una hermenéutica rigurosa que permite su estudio científico.

Asimismo, el vicepresidente de la Fundación Carlos Castilla del Pino ha subrayado la importancia del “modelo evolutivo en las Ciencias Humanas”, o la trascendencia de la Teoría de la Evolución para la comprensión de la mente humana y de sus formas de enfermar, aunque hay “poca aplicación de la medicina evolutiva”. Esta Psicología Evolucionista es una corriente de la Psicología y de la Psiquiatría que, como dijo Darwin hace más de 150 años, pasa por la teoría de la evolución.

El vicerrector de Innovación y Desarrollo de Proyectos UIMP, Rodrigo Martínez-Val, ha estado presente en la inauguración de esta “escuela de éxito” que en esta edición profundizará en el aspecto ontogenético de la evolución; de cómo la evolución contribuye a hacernos lo que somos. Para ello, durante esta semana participarán científicos con una multiplicidad de perspectivas sobre cómo se desarrolla (cómo se construye) el sujeto.

 

Fotografía: UIMP 2018 | Juan Manuel Serrano