Santander.- “El Siglo XXI debe ser ético, de lo contrario será absolutamente insostenible”, ha asegurado el secretario de Estado de la Sociedad de la Información y la Agenda Digital (SESIAD), José María Lassalle, durante su intervención en el IV Encuentro sobre Sostenibilidad de Ciudades. La gestión de los activos ambientales y su impacto en la resiliencia de ciudades. Infraestructura y gestión de los servicios de agua, saneamiento y residuos sólidos de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
Lassalle ha recordado que “el paradigma digital puede ser la última oportunidad para remediar los excesos y las irresponsabilidades que hemos acumulado durante la era industrial y analógica”. Asimismo, ha señalado que “por primera vez el hombre tiene la capacidad de reencontrarse con la ciudad después de padecer la hostilidad que estas han generado”. En esta tarea, ha considerado, que “el uso de la tecnología Big Data puede ser de gran utilidad”, ya que la agenda digital es “la herramienta para redefinir la nueva agenda urbana”.
Por otro lado, ha destacado que “la revolución digital también debe llegar a los debilitados centros rurales”, motivo por el que cuando termine el año, se presentará un nuevo plan: “La Estrategia de Territorios Inteligentes, que debe buscar soluciones tecnológicas que abarquen todo el territorio”.
Respecto a la aplicación de soluciones inteligentes a los destinos con gran presión turística, el secretario de Estado ha indicado que “la afluencia récord de visitantes debe compatibilizarse con una estructura tecnológica”, en la que el Big Data sirva “para conocer las necesidades de los turistas de manera instantánea” y ofrecer, así, “un destino más eficiente, viable y amable”. El objetivo, ha insistido, es “no abandonar el proceso tecnológico a impulsos irracionales y maximizar las oportunidades cuantitativas que están asociadas al desarrollo digital”.
Por último, el secretario de Estado ha explicado que el reto se encuentra en “la creación de un modelo estatal que despliegue inteligencia tecnológica sostenible que sustituya las barreras físicas, creando un entorno cómplice para los ciudadanos, vivan en el territorio que vivan”.
Crédito UIMP 2017 | Juan Manuel Serrano