Santander.- La XVII Escuela de Psicología «José Germain». Problemas psicológicos en la infancia, que se está celebrando en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), ha sido presentada a los medios con la presencia de tres de los intervinientes. En la misma han participado la profesora emérita de Psicopatología Infantil de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, Victoria del Barrio, el director del encuentro, Helio Carpintero, el vicerrector de Innovación y desarrollo de proyectos de la UIMP, Rodrigo Martínez-Val, y el profesor de Ética y Deontología del Centro Universitario Cardenal Cisneros, Francisco Javier Urra.
El acoso escolar ha sido esencial en la intervención de Carpintero. Para el director de este encuentro es importante señalar el carácter grupal de estas actitudes. De alguna forma, el líder ejerce su liderazgo y el grupo lo sigue a modo de “coro”. Por eso, es interesante señalar que este tipo de conductas se producen ya en la adolescencia, alrededor de los 12 años, cuando los niños y niñas ya actúan en grupo. En cuanto a la reacción de los centros cuando detectan un caso de acoso escolar ha sido claro: “Hay muchos que tratan de silenciarlo al temer que pueda afectar a la imagen del centro escolar”. Ese “miedo” es tal, que cuando se les propone a ciertos centros que se lleven a cabo iniciativas para prevenirlo lo aceptan siempre y cuando no se diga que se están realizando en su centro escolar.
Victoria del Barrio ha tomada la palabra para poner el foco en la obsesiva necesidad de los niños de estar “pegados a una pantalla”. Así, de los 7 a los 14 años están siempre pendientes de las máquinas electrónicas y es en la adolescencia cuando se preocupan de relacionarse con el otro al sentir los primeros instintos amorosos: “Entonces se encuentran con una persona a la que no saben a qué botón tocar”. Por lo que resulta esencial que se les eduque desde pequeños en la relación con el otro.
“La violencia de género va a ir a más”, en palabras de Urra. Para el exdefensor del Menor de la Comunidad de Madrid una de las claves para que esto ocurra es que la educación sigue diferenciando a los niños de las niñas. Así, según comenta, las niñas están educadas para atender a los demás y los niños en el “yo”. La violencia de género entre adolescentes es una realidad cada vez más latente en nuestro país sobre la que ha puesto el acento Urra. Asimismo, ha hecho referencia a la “paradoja nórdica” y es que “por increíble que parezca en esos país hay mucho más maltrato que en el nuestro”. Aduce a un posible motivo, y es que un pequeño porcentaje de hombres no son capaces de asumir que las mujeres han adquirido mayores cuotas de importancia en la sociedad.
Urra ha desmentido que el motivo por el que se suicidan los maltratadores sea la culpa. Es más bien por no saber vivir "al cortar los hilos de la persona a la que han tratado como un títere”. Con respecto a las leyes que regulan a los menores en nuestro país ha comentado que “el gran problema es que luego no se cumplen”. Así, Urra ha señalado la temprana edad de los 14 años como comienzo del consumo de alcohol de alta graduación.
Fotografía: Juan Manuel Serrano | UIMP 2018