Santander.- La presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Maite Araluce, ha sido la encargada de clausurar el encuentro La financiación del terrorismo, que ha tenido lugar en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en el marco de los Cursos Avanzados, organizado en colaboración con la Fundación Víctimas del Terrorismo y el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo. En el acto ha estado acompañada del secretario general de la UIMP, Miguel Ángel Casermeiro, y el director del encuentro Raúl López Romo.
Araluce ha reconocido que, en sintonía con el tema central del encuentro, “combatir el terrorismo no solo es detener a los comandos, sino que es primordial acabar con el entramado político, económico y social” que se genera alrededor de las bandas armadas. Un entramado que sirve de apoyo y que “posibilita a los grupos terroristas contar con estructuras potentes y perdurar en el tiempo”, ha explicado.
Poniendo el foco en el caso de ETA, la presidenta de la AVT ha señalado que el grupo terrorista vasco “fue el que más tardó en debilitarse”, y que se le comenzó a derrotar “cuando se atacó judicial y policialmente a sus estructuras”. ETA ha sido “algo más que un grupo de terrorismo, lo han constatado numerosos pronunciamientos judiciales que han ido desenmarañando su entramado”, ha añadido.
Araluce ha precisado que la AVT se ha presentado como acusación popular en diversos procesos de la Audiencia Nacional, investigaciones en las que se ha evidenciado cómo entre las diferentes fuentes de financiación de ETA estaban “las subvenciones públicas que recibía, el impuesto revolucionario o ingresos provenientes de algunas empresas simpatizantes a través de asociaciones de apoyo a presos o herriko tabernas”. Fuentes económicas que permitieron que su actividad “se prolongara por más de cinco décadas con las consecuencias que ello tuvo en la sociedad”, ha subrayado, ejemplificadas en cifras: “853 víctimas mortales, 6389 heridos, en torno a 10000 víctimas de extorsión y 50000 personas que han tenido que abandonar su hogar a consecuencia del terrorismo de ETA”.
Asimismo, la presidenta de la AVT ha recordado a las víctimas de otras bandas terroristas de nuestro país, que también basaron su pervivencia en la continuidad de sus fuentes de financiación: “En nuestra Asociación tenemos victimas de más de 20 grupos que han actuado en España”. Además, ha hecho alusión al terrorismo yihadista, “aunque queda comprobado que los últimos atentados han necesitado de poco presupuesto”.
Finalmente, Araluce ha indicado que para hacer frente al terrorismo es necesario “diseñar estrategias adecuadas que tengan en cuenta cómo han funcionado las diferentes organizaciones en el pasado para evitar que pueda repetirse. Neutralizar las fuentes de financiación o de apoyo político e institucional, es fundamental para detener a los grupos terroristas”.
Fotografía: Asociación Víctimas del Terrorismo